La cuarta parte de los creadores que cobran de YouTube ganan dinero con su formato de vídeos cortos
Un año después de que YouTube activara su plan de ingresos publicitarios compartidos con creadores en torno a sus vídeos cortos, denominados shorts, más de una cuarta parte de los interesados está facturando con ese formato. La compañía no ha segregado la cifra abonada específicamente por ello, que está incluida en los 70.000 millones de dólares que ha pagado a los más de tres millones de miembros de su programa Partner a lo largo de los últimos tres años, pero sí indica que casi el 80% de quienes están en esa situación cobran igualmente por otras vías.
Este último dato reduce a una quinta parte el porcentaje de creadores que monetiza exclusivamente a través de shorts y muestra que el caso más frecuente es el de una ampliación de negocio para quienes ya venían generando dinero gracias a las donaciones de sus seguidores o la publicidad que se incluyera en sus vídeos largos. En ese aspecto comercial los vídeos cortos invierten el tradicional reparto por el que quienes crean los vídeos se quedan el 55% de los ingresos publicitarios y YouTube el 45%, lo que influye en que la oportunidad pueda ser menor para quienes solo deseen centrarse ese formato.
Además un porcentaje incierto de los youtubers con capacidad de facturar publicidad utiliza los shorts más como palanca de atracción de nuevos suscriptores a su canal que como un producto rentable por sí mismo. De hecho muchos de ellos los utilizan para promocionar fragmentos llamativos de sus piezas de larga duración. Eso explicaría en parte el crecimiento del 50% interanual en el número de vídeos cortos subidos para totalizar un promedio de 70.000 millones de visualizaciones diarias a cargo de más de 2.000 millones de usuarios mensuales.
Casi el 80% de ellos ya viene facturando por otras vías en la plataforma y solo el resto está cobrando exclusivamente por trabajar con shorts.
Esas cifras confirman que YouTube impulsa decididamente el formato, estrenado en 2020 para plantar cara al auge de TikTok y monetizado desde mediados de 2022. A su vez la red social china ha lanzado recientemente en abierto un programa con el que quiere incentivar económicamente la creación de vídeos más largos que precisamente le permitan disputar planificación a la plataforma de Google. Los requisitos para monetizar son más altos que los de YouTube y algunos de sus usuarios populares han protestado en los últimos tiempos por la escasa recompensa que ven a cambio de vídeos que han registrado millones de reproducciones.
La competencia por creadores, tiempo de usuarios y presupuestos publicitarios en el vídeo corto también incluye a Meta, que en los últimos tiempos ha podido remontar una situación de partida poco prometedora. De hecho en la presentación de resultados del segundo trimestre del año pasado el gigante de la web social apuntó que ya enrolaba a tres de cada cuatro anunciantes en su formato Reels y su facturación asociada ya superaba los 1.000 millones de dólares anuales.