Sam Altman OpenAISam Altman.

Microsoft revela por primera vez su inversión en OpenAI: 13.000 M

| 4 NOVIEMBRE 2024 | ACTUALIZADO: 4 NOVIEMBRE 2024 10:39

La presentación de resultados del tercer trimestre de Microsoft aportó una información suplementaria esperada por muchos.

En documentación anexa presentada ante la comisión de bolsa y mercados de EEUU (SEC), el gigante tecnológico reconoce que su inyección económica en OpenAI alcanza los 13.000 millones de dólares y describe su relación con esa startup como una asociación a largo plazo en lugar de una inversión de capital.

El hecho de que la cifra haya sido comunicada ahora sugiere que una parte o el total de las partidas que Microsoft ha dedicado a OpenAI eran consideradas «dinero blando».

Así es como se conocen a las contribuciones realizadas por debajo del umbral establecido por la ley, lo que ha permitido que no tuviera que revelarlos públicamente.

Eso se habría traducido en inyecciones dispersas en descuentos, créditos por servicios o gastos internos con mínimo efectivo involucrado.

Sin embargo, la participación de Microsoft en la última ronda de financiación de OpenAI ha superado previsiblemente los límites legales para forzar una comunicación.

De hecho, en ese proceso la startup de inteligencia artificial levantó la histórica cifra de 6.600 millones de dólares, con lo que su valoración llegó a los 157.000 millones.

En todo caso la relación de ambas compañías ha evolucionado igualmente en los últimos meses. En la presentación de resultados del segundo trimestre, celebrada en julio, Microsoft incluyó por primera vez a OpenAI en su ramillete de competidores.

Los intereses de la compañía en ese ámbito de la inteligencia artificial son cada vez más relevantes, sobre todo después de que su consejero delegado, Satya Nadella, reconociera en la entrega de cuentas del tercer trimestre que pronto alcanzará los 10.000 millones de dólares anuales como negocio. Se trata de la categoría de producto que más rápido habrá alcanzado ese estatus en la historia de Microsoft.

El gigante tecnológico supera el umbral legal para hacer públicos sus intereses en la startup tras participar en su última ronda de financiación.

El auge de esa tecnología es especialmente rentable para Microsoft, Google y Amazon porque son los principales proveedores globales de servicios en la nube, que aportan capacidades de computación imprescindibles para poder trabajar con esos modelos tan intensivos en recursos. La primera experimentó en el último trimestre un incremento del 23% en productos vinculados a servidores y otras soluciones técnicas en remoto.

Más allá de su rol como proveedor, que EEUU investiga como en el resto de las compañías mencionadas por posibles incidencias en la competencia, Microsoft está desplegando funcionalidades vinculadas a esa tecnología en sus productos a partir de su asistente Copilot.

Y una de sus derivadas es que ha entrado en negociaciones con medios para licenciar su contenido de cara a que esa aplicación lo muestre en EEUU y Reino Unido.