TikTok está más cerca que nunca del bloqueo en EEUU tras la comparecencia de su CEO en el Congreso

La eventual suspensión de TikTok en EEUU ya no es un escenario improbable tras la comparecencia de su consejero delegado ante el comité de Energía y Comercio del Congreso. Las respuestas poco concluyentes que Shou Zi Chew ofreció sobre la capacidad del Gobierno chino de acceder a datos de usuarios estadounidenses o la estrategia de la plataforma para reducir externalidades negativas aumentaron la frustración y desconfianza de los parlamentarios que le interrogaron. Y contribuyeron a consolidar uno de los escasos frentes en los que republicanos y demócratas están de acuerdo en lo esencial, lo que hace posible que existan consecuencias.

El bloqueo en territorio estadounidense gana enteros porque la alternativa de la venta forzosa a una empresa situada allí ha sido descartada desde China. Justo antes de que Chew testificara en el Congreso, la ministra de Comercio de ese país recordó que la venta de la compañía o la entrada de otros accionistas requeriría permiso gubernamental porque implicaría la exportación de tecnología clave, especialmente el algoritmo sobre el que se basa el éxito de la plataforma. Y esta respuesta refuerza a su vez la idea de que TikTok está sujeto a la influencia del Partido Comunista chino, lo que supone un riesgo inasumible en estos tiempos para un sector creciente de los legisladores estadounidenses y su propio Gobierno.

En ese contexto el testimonio de Chew tenía pocas opciones de influir en la percepción de quienes le preguntaban, pero sus respuestas tampoco ayudaron. El primer ejecutivo apeló con poco éxito a los más de 150 millones de usuarios de la red social en EEUU y su compromiso de proteger sus datos frente a posibles injerencias de las autoridades chinas que tampoco reconoció. Habló de Project Texas, el plan por el que toda esa información será aislada y controlada por Oracle a finales de año, pero no negó que el Partido Comunista chino disponga de capacidad legal para forzar a TikTok a darle acceso a ella.

Pasajes así compusieron lo que el analista de la firma de inversión Wedbush Dan Ives ha calificado en una nota como “un momento desastroso que probablemente catalizará más intenciones de los legisladores y la Casa Blanca para prohibir TikTok en EEUU”. Angelo Zino, analista de la firma de análisis de inversiones CFRA Research apunta en otra que una suspensión o una venta de la red social es “cada vez más probable en los próximos 12-18 meses” y recuerda que 2024 es año electoral. Ese escenario es clave para condicionar una acción de fuerza sobre una plataforma con tan alta penetración entre posibles votantes jóvenes.

Las respuestas poco convincentes de Shou Zi Chew sobre la relación de la red social con el Gobierno chino, que descarta una venta forzosa, elevan la perspectiva sobre su posible suspensión en EEUU.

Precisamente otros servicios que se disputan ese público están igualmente pendientes de lo que suceda con TikTok en EEUU. La eventual desaparición de un competidor tan importante proporcionaría a YouTube, Instagram y Snap mayor facturación publicitaria, como recuerda Emile El Nems de Moody’s Investor Service. “Dada la escala de ingresos de YouTube e Instagram, sería una oportunidad más pequeña, pero para Snap podría ser materialmente positiva”, según indica en su nota.

Todos ellos se repartirían mayor atención y actividad de influencers que hoy operan fundamentalmente en TikTok, lo que supondría a su vez una reconfiguración del universo de realización y consumo de vídeo corto. Más de una treintena de esos creadores populares fueron reclutados por TikTok para mostrar su apoyo a la plataforma a las puertas del Capitolio de cara a políticos y periodistas, pero sobre todo frente a sus seguidores, que en conjunto suponen una audiencia colectiva de unos 60 millones de personas.