La industria publicitaria recordará 2017 como el de la preocupación por el fraude en Internet, entre otras cuestiones. Tanto anunciantes, agencias y medios de comunicación tienen la responsabilidad de acabar con esta situación.
Ahora, un estudio de Mobi indica que el 74% de los expertos en marketing europeos que trabajan en aplicaciones móviles están preocupados por el fraude publicitario.
De hecho, este es el segundo quebradero de cabeza más mencionado por los encuestados, solo por detrás de la atribución.
A pesar de ello, no llega a la mitad (44%) de los expertos consultados comprenden perfectamente el alcance del fraude y su impacto en las campañas. Es decir, hay preocupación, pero poco conocimiento del problema.
Entre las diferentes aristas del fraude, los encuestados señalan como las prácticas más habituales el tráfico de bots y scripts. En un segundo escalón se menciona al click cramming, unauthorized re-brokering, click injection y el ad stacking.
Además, un tercio de ellos forjaría relaciones más directas con los medios de comunicación. En una proporción similar, los encuestados requerirían transparencia total e informes detallados de sus proveedores.
Pero el estudio también revela que, en general, la industria no está haciendo lo suficiente para atajar el fraude publicitario, según las respuestas de los encuestados. Y es que un 40% de ellos no acepta ninguna cantidad de fraude en el ámbito de los dispositivos móviles.
Se trata de un objetivo difícil de alcanzar, teniendo en cuenta que el año pasado el fraude publicitario costó a los anunciantes 16.400 millones de dólares, casi 4.000 millones más que en 2015; según un estudio de Adloox para The & Partnership.
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