
EEUU quiere forzar a Google a abandonar la intermediación de campañas y la venta de espacios de medios
La jueza Leonie M. Brinkema, que hace algunas semanas determinó que Google ha estado manteniendo un monopolio ilegal en tecnología publicitaria digital, tendrá sobre la mesa una petición formal para obligarle a que venda su servidor de anuncios para editores DFP y su herramienta de intercambio de campañas AdX.
Eso supondría su salida de dos de las tres partes clave de la cadena de suministro, con un efecto incierto en el mercado.
Según el Departamento de Justicia del Gobierno de EEUU, demandante exitoso del gigante tecnológico tanto en este caso como en el de las búsquedas, considera que la venta forzosa de ambos activos es la única forma de romper su predominio en la publicidad digital.
También cree que Google debería compartir datos con sus competidores referentes a las pujas de anuncios en tiempo real.
Todas esas peticiones se dirimirán en un segundo juicio que comenzará el 22 de septiembre, a cuya conclusión la jueza tendrá que decidir cuáles son los remedios que cree oportunos para restaurar la competencia.
Brinkema ya indicó en el fallo previo que la compañía había cimentado ilegalmente su posición actual mediante la conexión entre su mercado de campañas y el servidor para editores.
Pero Google consideró esa decisión una victoria a medias en la medida en que la jueza apuntó que el Departamento de Justicia no fue capaz de probar que Google hubiera alcanzado el mismo dominio en la tercera parte de la ecuación, la de los servicios a anunciantes.
Esa era una cuestión clave porque los demandantes apelaban a la adquisición de DoubleClick en 2008 como el factor que hizo posible la situación actual.
El Departamento de Justicia ha confirmado que pedirá a la jueza que obligue a la compañía a vender DFP y AdX.
Ese escenario va en línea con lo que sucede al norte de su frontera, ya que en noviembre del año pasado la agencia antimonopolio de Canadá también demandó al gigante tecnológico por monopolio en publicidad digital.
En ese proceso solicitaba igualmente que se le forzara a salir de la intermediación entre compradores y vendedores, así como de la gestión de espacios de editores, con la venta de los activos que ahora están en juego en EEUU.
Así las cosas, el gigante tecnológico se ha mostrado dispuesto a compartir la información en tiempo real con sus competidores, pero ha señalado que las propuestas de desinversión forzosa «no tienen base legal y dañarían a editores y anunciantes». Esas no son las únicas que el Departamento de Justicia ha elevado, en el caso anterior sobre búsquedas en el que se impuso igualmente a Google pide que se le obligue a vender Chrome.