Facebook abre la puerta a los verificadores para operar sobre editoriales y opiniones que incluyan desinformación

| 13 AGOSTO 2020 | ACTUALIZADO: 14 AGOSTO 2020 9:30

La libertad de expresión sustanciada en artículos opinativos ya no será una barrera para que los verificadores puedan atajar la difusión de desinformación en Facebook. La plataforma ha aclarado en un nuevo documento para estas organizaciones que podrán tomar medidas sobre esos contenidos “si se presentan como opinión pero están basados en información falsa subyacente” porque “presentar algo como opinión no significa dar un pase libre a contenido que difunde información falsa”.

Este nuevo matiz supone en la práctica que los verificadores podrán operar sobre prácticamente cualquier contenido de la red social en el que detecten inexactitudes, y levanta la protección que hasta la fecha otorgaba a los contenidos opinativos. Eso es especialmente relevante en relación con artículos o editoriales de medios muy sesgados que puedan incurrir en desinformación, pero la normativa sigue impidiendo la verificación del discurso de políticos, tal y como ha aclarado un portavoz de Facebook a Poynter.

Aunque resultan inciertas las consecuencias de esta puntualización, puede tener reflejos sustanciales en algunos medios. De hecho, hace algunas semanas en torno a 280 periodistas de The Wall Street Journal firmaron una carta en la que pedían una separación más clara entre información y opinión, y mencionaban entre los motivos para hacerlo la publicación de artículos opinativos poco sostenidos por hechos o datos ciertos. Si los firmantes de ese escrito tienen razón, esos contenidos serían ahora susceptibles de ser verificados.

Además Facebook ha incluido dos nuevos elementos para clasificar desinformación. En primer lugar introduce el concepto de “alterado” para que los verificadores puedan señalar vídeos e imágenes que “han sido manipulados de forma que podrían confundir a la gente”. La plataforma actuará de forma severa frente a estas publicaciones, con las etiquetas más duras de aviso y con la reducción significativa de su difusión.

Y por otro lado también incorpora “ausencia de contexto”, que permitirá marcar cualquier contenido que pueda llevar a equívoco si se consume ignorando datos complementarios que ayudan a entenderlo y situarlo mejor. En este caso Facebook procurará aflorar información aportada por los verificadores para facilitar a los usuarios el contexto que falta, algo que ya hace al avisarles cuando intentan compartir una noticia con más de 90 días de antigüedad.

Con estas medidas la plataforma pretende hacer frente de mejor forma a la desinformación que se ha movido desde que comenzó la pandemia, y también prepararse de cara a las elecciones presidenciales de EEUU, que tendrán lugar en noviembre. Para evitarse problemas suplementarios con este último evento, Facebook incluso se ha planteado prohibir la publicidad política en días previos.