La Comisión Europea advierte a X sobre la desinformación que acoge en torno al conflicto entre Israel y Palestina
Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, se ha dirigido por carta a Elon Musk para recordarle que la antigua Twitter tiene que cumplir con los compromisos de moderación de contenidos que contempla la Directiva de Servicios Digitales (DSA). Esa advertencia llega en el contexto de “la desinformación y el contenido ilegal” que está aflorando en X tras el ataque realizado por la organización Hamas en Israel y sus consecuencias, que en algunos casos se mantendrían en la red social a pesar de haber sido señalados por “autoridades relevantes”.
La citada DSA establece que las plataformas deben retirar a la mayor brevedad ese tipo de publicaciones una vez han sido alertadas de su existencia, algo que no estaría ocurriendo en X según medios y otras organizaciones que por ejemplo han hallado numerosas imágenes descontextualizadas o manipuladas. Breton concreta que su equipo tendría “indicaciones” de que diversos grupos estarían difundiendo desinformación de manera interesada en la red social, así como contenido “violento y terrorista”, e insta a Musk a responder en un plazo de 24 horas.
El comisario no concretó ninguno de esos casos, tampoco cuando el propietario de la plataforma se lo solicitó en una conversación mantenida en ese mismo entorno. No es el primer encontronazo de ambos, que se remonta a diciembre del año pasado cuando Breton advirtió a Musk de que la entonces Twitter debía hacer cambios sustanciales para adaptarse al escenario legal que vendría con la entrada en vigor en agosto de este año de la DSA. En febrero hubo otra reprimenda por la escasez de información y compromisos del primer documento entregado por X en el marco del cumplimiento con el código de desinformación que posteriormente ha abandonado.
Esto último conecta con otra advertencia muy reciente de la Comisión Europea, que califica X como la red social con mayor índice de desinformación de todas las analizadas mediante una nueva metodología. Diferentes análisis han acreditado un aumento de ese tipo de contenidos y de discursos de odio en la plataforma desde que Musk se hizo con ella bajo un discurso de libertad de expresión más amplio.
En caso de no satisfacer lo planteado por Breton, la antigua Twitter se expone a recibir multas por valor de hasta el 6% de su facturación anual, como corresponde a su condición de plataforma con más de 45 millones de usuarios mensuales activos en la Unión Europea. La interlocución en este ámbito ya no se lleva desde Bruselas, ya que Musk decretó el cierre de esa oficina a las pocas semanas de comprar la compañía.
