Algunos medios anuncian su retirada de X por abundancia de toxicidad y desinformación
La red social informativa por antonomasia empieza a registrar una tendencia incipiente de medios que deciden salirse de ella.
Con pocas horas de diferencia, tanto The Guardian como La Vanguardia han anunciado que dejaran de publicar en sus cuentas en esa plataforma y dejan en manos de sus lectores la posibilidad de que sus contenidos sigan viajando por ella.
Previamente, las entidades estadounidenses NPR y PBS ya habían hecho lo mismo.
En todos esos casos se citan perjuicios como la desinformación o las teorías de la conspiración, que gozarían ahora de un efecto multiplicador gracias a menores resortes de moderación por parte de la antigua Twitter tras su adquisición por parte de Elon Musk.
Este último formará parte del gabinete de Donald Trump, que acaba de ganar las elecciones presidenciales de EEUU, con lo que muchos anticipan que X será un entorno aún más tóxico o polarizado.
De hecho, tanto La Vanguardia como The Guardian citan en su argumentario para abandonar la plataforma el uso que su propietario ha hecho de ella para apoyar las tesis de Trump e impulsar su elección.
La que hoy es la persona más rica del mundo ha utilizado X como altavoz para la causa republicana vinculada al presidente electo y algunos analistas consideran que ahora podrá rentabilizar su hasta la fecha ruinosa inversión en ella.
A falta de ver si otros medios se unen a la tendencia o los que la han iniciado vuelven más adelante a tener actividad en la plataforma, hay que recordar que los últimos cambios en su manera de aflorar o recomendar contenido han reducido la visibilidad de muchos medios.
The Guardian y La Vanguardia anuncian con pocas horas de diferencia que dejarán de publicar en sus cuentas por la situación de la plataforma.
Y por tanto eso implica que una eventual retirada no supone un gran perjuicio de tráfico en gran parte de los casos.
Eso se debe a que Musk ha promovido que ahora sean más visibles tuits populares de creadores independientes, especialmente si incluyen vídeos sobre los que pueda incluir publicidad.
Esa es una senda iniciada por TikTok, que están recorriendo igualmente el resto de plataformas, que invalida en parte la cifra de seguidores que cualquier usuario pueda tener y fía la repercusión de su publicación a que obtenga un índice de interacción mínimo de salida.
Esa salida puede coincidir con el posible retorno de algunas marcas que habían decidido dejar de planificar en la antigua Twitter por riesgos de seguridad de marca.
Según fuentes del sector tanteadas por Financial Times, varias de ellas están sopesando la oportunidad de volver para capitalizar una oportunidad de asentar buenas relaciones con el nuevo Gobierno de EEUU del que su propietario formará parte, y obtener así algún beneficio o esquivar eventuales perjuicios por no invertir en ella.