Amazon cerrará en mayo su servicio de análisis de tráfico Alexa
Aunque ahora el nombre es mayoritariamente identificado con el asistente de voz de su compañía propietaria, Alexa fue durante años el medidor más aproximado de la popularidad de una web en comparación con las demás y después se convirtió en un servicio de pago que ofrecía análisis de ese tráfico. Esa andadura termina en 2022, ya que Amazon ha anunciado su cierre para mayo, apenas un mes antes de que cumpla 26 años.
El breve comunicado del gigante tecnológico no explica los motivos por los que retira este proyecto, pero algunos especialistas apuntan al declive de su popularidad como motivo principal. Hace años que las clasificaciones de sitios web más visitados a nivel mundial o por país de Alexa dejaron de ser interpretadas como relevantes, en parte porque se criticaba su eventual exposición a ser manipuladas y en parte porque rivales como Comscore o SimilarWeb aportaban información más creíble.
La referencia comparativa de tráfico durante años dejará de operar en mayo tras casi 26 años de existencia.
Su versión de pago para analizar tráfico, especialmente con objetivo de optimizar SEO, venía compitiendo a su vez con otras más establecidas en ese mercado como Semrush. Amazon ya había dejado de aceptar a nuevos usuarios y quienes tuvieran una suscripción en vigor podrán seguir accediendo a ese servicio hasta el 1 de mayo, independientemente de su duración. Hasta entonces podrán exportar los datos que genera sin lo desean.
Alexa nació como compañía independiente en 1996 y fue comprada por Amazon tres años después. Su primera iteración se basaba en sugerencias de navegación ofrecidas a través de una barra suplementaria en el navegador y en datos contextuales sobre la web que estuviera abierta en ese momento. El resultado acumulado de ese esfuerzo puso las bases para la creación de Internet Archive, que hoy sigue ofreciendo versiones antiguas de multitud de páginas.
En 1999 fue comprada por Amazon a cambio de 250 millones de dólares en acciones y evolucionó hacia el medidor global de tráfico que fue durante años. Su funcionamiento en ese aspecto se ha basado tradicionalmente en estimar tráfico sobre la base de usuarios que tuvieran instalada su extensión de navegador, consolidando igualmente datos recogidos de las webs que tuvieran instalado su script. A partir de ahí calcula la popularidad de cualquier web mediante una combinación de usuarios diarios y páginas vistas en un periodo de tres meses.
