Antonio Caño: «El 70% de los lectores de El País están en móvil pero no hay negocio»

| 18 ENERO 2018 | ACTUALIZADO: 19 ENERO 2018 11:15

En marzo de 2016 Antonio Caño dirigió una carta a sus periodistas en la que anunciaba la inminente transformación de El País en un medio esencialmente digital, aunque se comprometía a “seguir publicando una edición impresa todo el tiempo que sea posible”.

Casi dos años después, la cabecera no ha dejado de faltar ni un sólo día a su cita con los los quioscos. El País sigue imprimiéndose aun cuando sus ventas caen a tumba abierta desde hace años y se acercan peligrosamente a la barrera de los 90.000 ejemplares. A estas alturas sus responsables tienen muy claro que la audiencia y las oportunidades de negocio están lejos del papel.

«Mantendremos el papel mientras sea posible, pero nuestro esfuerzo está centrado en hacer el mismo El País para los teléfonos móviles», afirmó ayer su director durante una conferencia en la Universidad de Navarra. Este esfuerzo se entiende mejor si consideramos que el 70% de los lectores del medio se encuentran en este dispositivo, según dijo el propio Caño.

«Nosotros tenemos ya editores para nuestra versión móvil y habrá que hacer muchos más esfuerzos e inversiones», ha asegurado el periodista. No obstante, estos esfuerzos no terminan de encontrar un retorno económico, principalmente porque a día de hoy el móvil no ofrece un modelo capaz de conducir el negocio de la prensa.

«El papel se muere sin acabar de morirse y el digital aumenta sin seguir teniendo un modelo alternativo claro»

«El papel se muere sin acabar de morirse y el digital aumenta sin seguir teniendo un modelo alternativo claro.Estamos donde están los lectores, pero en este momento las apuestas están vacías«, reconocía al respecto. Con todo, Caño destacó que El País aún es rentable, por muy poco.

La ausencia de modelos digitales sostenibles ha llevado a la prensa a depender de plataformas como Facebook o Google. «Los periódicos necesitamos hoy por hoy a las tecnológicas para la distribución de nuestras noticias». Y aunque en esta relación los medios se encuentran en una posición de clara desventaja, la idea de romper lazos resulta impensable por las pérdidas que ocasionaría en apartados como el publicitario o el conocimiento de los lectores.

«Facebook sabe mucho más de un lector de El País de lo que puede saber el diario», señaló en este sentido, para añadir a continuación que los esfuerzos invertidos en acumular datos de la audiencia no sirven de nada si cada medio lo hace de forma individual.

Todo se retroalimenta. Y para Caño, la búsqueda de audiencia a toda costa nos conduce a un panorama en el que, a corto plazo, «la mitad de las noticias que consumirán los ciudadanos serán falsas”, advirtió.