Barriocanal relativiza el problema de las emisoras piratas al calificarlas de «pecado venial»

El mapa de la radiodifusión en España se caracteriza por una singularidad que vuelve realmente complicado su control: se trata del hecho de que haya más emisoras ilegales que legales, concretamente alrededor de 3.000 frente a cerca de 2.000. Esta cuestión no pasa desapercibida para el sector ni para los directivos de las principales radios comerciales de nuestro país. Tanto es así que, si bien no existen cifras oficiales sobre su incidencia, rara es aquella cadena que no tiene activa una estación sin licencia.

El fenómeno que afecta al espectro de las ondas ha tomado tal magnitud que la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC) ha planteado limpiar el espectro en más de una ocasión, la última hace unos años. Se ha convertido en un tema de debate insoslayable incluso para el presidente de la Cadena COPE. Fernando Giménez Barriocanal se pronunció sobre esta cuestión en el Foro de la Comunicación organizado por la Asociación Catalana de Radio (CAC) este martes. Ahora bien, lo hizo para relativizar la problemática de esta irregularidad.

«En España hay más de 3.000 emisores que no se ajustan a los requerimientos técnicos y legales pero estamos hablando de lo que nosotros llamamos ‘pecados veniales’, ‘pecados semiveniales’ y ‘pecados mortales'», ironizó el presidente del grupo COPE.

La actividad de las emisoras ilegales tienen un impacto de entre 1 y 2,5 millones de euros en la actividad publicitaria de las radios de Cataluña

De acuerdo con este criterio, Barriocanal aseguró que tener una emisora que debería emitir a tres kilovatios y que lo hace a cuatro kilovatios representa un ‘pecado venial’. «Estamos hablando de emisoras que tenían que estar a 300 metros y las hemos movido porque me permite estar más alto y tener más cobertura». No obstante, aseguró que se trata de una irregularidad de la que participan la mayoría de los medios de comunicación en España y apuntó hacia una regularización adecuada.

En este sentido, señaló que la COPE no ha resultado beneficiada en las adjudicaciones realizadas por las comunidades autonómicas. «En los últimos 30 años en Andalucía se han adjudicado más de 120 emisoras con criterios supuestamente técnicos. ¿Saben cuántas ha recibido la COPE? Digan un número… Cero. Otros grupos han recibido 40 o 45 emisoras».

Los problemas que derivan de esta práctica se dividen en varios frentes: en primer lugar, se trata de una práctica ilegal que no se ajustan a los requisitos del Plan Técnico de Radiodifusión Sonora que fija el Ministerio de Industria, último responsable del espectro radioeléctrico. En el caso de ser detectada por Industria, puede incurrir en la apertura de un expediente sancionador, como ya ha sucedido en más de una ocasión.

Por otro lado, la señal de las emisoras piratas interfiere en la de las legales, lo que dificulta su recepción por parte del puente. Esta disminución en la audiencia lleva a una pérdida de ingresos publicitarios. Según cifraba la CAC hace unos meses, la actividad de las emisoras ilegales tienen un impacto de entre 1 y 2,5 millones de euros en la actividad publicitaria de las radios de Cataluña.

Previsión de cuatro millones de beneficio en 2016 para la COPE

Barriocanal también se refirió en este acto a la situación económica del grupo. Tras varios años en pérdidas, la cadena COPE podría volver al beneficio este mismo año. «El año 2016 se cerrará con más de 4 millones de euros de beneficios«, ha anunciado el presidente de la emisora. En 2015 perdió 1,8 millones de euros, un resultado que se vio mejorado gracias al aumento de los ingresos.

Asegura que, de alcanzar el punto de equilibrio en las cuentas, «empezaremos a devolver el esfuerzo que han hecho los trabajadores».  Se refiere así a la reestructuración salarial de plantilla que ha tenido que acometer el grupo en los últimos ejercicios.

Ante el Foro de la Comunicación, Barriocanal ha desmentido los comentarios que señalan a las pérdidas que pueda haber asumido la Conferencia Episcopal por la situación de sus medios. “El grupo no recibe desde hace 20 años ni un euro de la Conferencia Episcopal. Su única fuente de ingresos es la publicidad, que este ejercicio ha tenido un sustancial incremento”, ha puntualizado.