CNBC lanza su servicio de streaming de pago para atraer a público vinculado a los negocios
La estrategia de Comcast para gestionar el declive de sus activos televisivos pasa ahora por un nuevo servicio de streaming. Se trata de CNBC+, para el que en principio no tiene previsto programación exclusiva y que tiene como objetivo rentabilizar a la audiencia vinculada al mundo de los negocios de CNBC.
Los usuarios interesados en consumir esos contenidos tendrán que pagar 14,99 dólares al mes o 99,99 al año, según ha informado la compañía a usuarios que ya se habían registrado previamente. Pero también incluye otros dos planes más caros que diferentes ventajas: quien abone 599,99 dólares al año también entrará en un club digital de inversión liderado por el famoso analista de la cadena Jim Cramer; y el plan intermedio de 299,99 al año o 34,99 al mes da acceso a herramientas de gestión y monitorización de valores.
Esta nueva oferta, ya adelantada por Variety en diciembre, dará acceso al catálogo previo de la emisora y trascenderá sus límites actuales de cobertura para dirigirse a cualquier usuario del mundo con un flujo global de información. Y supone una nueva incursión para su matriz en el streaming de pago, en el que hasta la fecha ha operado únicamente su servicio Peacock.
Comcast anunció hace algunas semanas la segregación de la mayor parte de sus emisoras por cable en una nueva empresa, con intención de mejorar su gestión y aislar la caída de facturación en sus cuentas. La nueva compañía incluye a CNBC y tendrá al frente al veterano ejecutivo de NBCUniversal Mark Lazarus.
Lo previsto es que completar esa operación lleve en torno a un año, ya que supone desagregar del conglomerado a MSNBC, USA Network, Oxygen, E!, Syfy y Golf Channel. Además la entidad incluirá las propiedades digitales Fandango y Rotten Tomatos, así como el servicio de reserva de cursos GolfNow y la plataforma de deportes juveniles SportsEngine.
Esa estrategia es similar a la que está siguiendo Warner Bros. Discovery, que recientemente anunció su división en dos compañías. Una de ellas acoge sus activos televisivos, que al igual que para Comcast fueron motores de ingresos durante décadas gracias a su combinación de publicidad y cuotas para operadores de cable hasta que el surgimiento del streaming aceleró la deserción de clientes.