Dean Baquet.

El director de The New York Times pide a sus periodistas que pasen menos tiempo en Twitter

| 8 ABRIL 2022 | ACTUALIZADO: 11 ABRIL 2022 9:48

La redacción de The New York Times cambia el paso respecto a Twitter a petición de su director. Dean Baquet ha enviado recientemente a sus periodistas una nota en la que, entre otras cosas, les pide que reduzcan el tiempo que dedican a la plataforma y les avisa de que los responsables editoriales estarán aún más pendientes de cómo operan en ella para evitar comportamientos que empañen la reputación del periódico.

Este replanteamiento general enmienda en parte las prácticas de promoción de contenidos e interacción con seguidores que The New York Times recomendaba a sus periodistas no hace mucho, tal y como reconoce Baquet. Ahora se trata de equilibrar el tiempo que se dedica a Twitter “en relación con otras partes del trabajo”, y de hecho el diario ve con buenos ojos que sus redactores abandonen la plataforma si lo desean. El director alude a conversaciones con docenas de trabajadores para justificar que la presencia en ella sea a partir de ahora optativa.

Dean Baquet formaliza un replanteamiento general del encaje de la plataforma en los hábitos de sus periodistas y avisa de una vigilancia extra sobre su comportamiento.

Entre los motivos que deja entrever para explicar esa nueva postura están el acoso y/o las amenazas que parte de su plantilla ha sufrido en algún momento, especialmente en el contexto de la polarización creciente en EEUU. Para afrontar esta realidad ha comprometido formación adicional y herramientas que permitan evitar estos comportamientos antes de que suceden o responder a ellos de la forma adecuada.

En todo caso, la cuestión más controvertida que Baquet toca en su nota es la de la relación entre las marcas personales de sus periodistas y la corporativa del periódico. El director apunta que la actividad de cualquier redactor del periódico “tiene que reflejar los valores de The New York Times y ser consistente con nuestros estándares editoriales, guía para redes sociales y normas de comportamiento”. Una vigilancia reforzada de los responsables editoriales velará por ese principio, especialmente en los casos en los que haya ataques directos o indirectos a compañeros.

La relación entre el diario neoyorkino y Twitter ha sido complicada en los últimos años. Ya en 2016 otra nota interna solicitaba a los miembros de la redacción que se abstuvieran de opinar sobre política para evitar problemas de imagen a la cabecera. Y en 2020 una oleada de críticas en la plataforma por un artículo se cobró la salida de James Bennett, entonces jefe de Opinión, que semanas después sería acompañada por la de su editora Bari Weiss.

Esta última indicaba en su carta de dimisión que Twitter se había convertido en el “editor esencial” de The New York Times y esa importancia había contribuido a un “ambiente iliberal” para la publicación de perspectivas diferentes a las tradicionales.