El grupo Zeta casi triplicó sus pérdidas en 2018, antes de su venta a Prensa Ibérica
Prensa Ibérica cerró la compra del Grupo Zeta a mediados de este año. Pese a ser una de las editoras de medios más importantes de España, la compañía de Javier Moll apenas pagó 10 millones de euros por la propietaria de cabeceras como El Periódico o Sport.
Este precio estuvo condicionado por la deriva que había tomado Zeta en los últimos años. En el último ejercicio completo -el del 2018- la editora casi triplicó sus pérdidas, hasta los 8,4 millones de euros (en 2017 los números rojos fueron de 3,2 millones). No obstante, hay que tener en cuenta que en 2017 se produjo la venta de Ediciones B. Sin ese efecto, las pérdidas ese año habrían sido de 18 millones de euros.
El principal agujero de Zeta fue el negocio de edición de periódicos y el de impresión, que tuvo un resultado de explotación negativo de 5,6 millones de euros; mientras que las revistas (Woman, Viajar, Cuore…) se dejaron 3,4 millones.
Deterioro en sus dos principales negocios producido por la caída de las ventas y también de la publicidad, situación que arrastra la industria de los medios desde hace años. En el caso de Zeta, la venta de ejemplares proporcionó al grupo 45 millones de euros, un 17% menos que en 2017. La caída de la publicidad fue más suave (-4,6%), al ingresar por este concepto 62 millones de euros. En total, Zeta tuvo una cifra de negocios de 116 millones de euros, lo que representa una caída interanual del 11%.
También impactó negativamente en las cuentas del año pasado de Zeta el pago de 14 millones de euros en indemnizaciones tras despedir a 163 empleados mediante un ERE y producirse otras 22 bajas voluntarias.
Con todo y con eso, Zeta abarató sus costes de personal el año pasado, que fueron de 67 millones de euros, 1 millón menos que en 2017. Acabaron el pasado ejercicio un total de 887 empleados en la compañía.
La remuneración media de la plantilla fue el año pasado de 40.800 euros, pero con grandes diferencias según el género. Los hombres ganaron un promedio de 45.800 euros; mientras que la remuneración de las mujeres se quedó en los 33.000 euros; según se refleja en las cuentas de la compañía depositadas en el Registro Mercantil.
A este respecto, la auditora de las cuentas llama la atención de que Zeta no ha especificado el salario del Consejo de Administración, encabezado en ese momento por Antonio Asensio; lo que es obligatorio según la normativa mercantil. La editora aduce motivos de confidencialidad para no hacer públicas las cifras.
El grupo Zeta gastó 14 millones de euros en indemnizaciones el año pasado, tras despedir a 163 empleados.
En un contexto adverso, el valor nominal de las acciones estaba fijado en 10 millones de euros (la cifra en que fue tasado el grupo en su venta), siendo la familia Asensio la poseedora de una participación del 90%. El porcentaje restante era autocartera.
La deuda con entidades de crédito del grupo Zeta a cierre de 2018 ascendía a 90 millones de euros. Hay que recordar que Javier Moll acordó con la banca acreedora una quita del 70% del pasivo financiero para poder cerrar la operación de compra. Este fue, precisamente, uno de los grandes escollos durante las negociaciones.
Sumando acreedores comerciales, Hacienda Pública y otros pasivos corrientes; la deuda total del Grupo Zeta superaba a 31 de diciembre de 2018 los 140 millones de euros.