Javier Monzón, presidente de Prisa.

La Junta de Prisa mantiene a Monzón y plantea revisar el rumbo de Santillana

| 29 JUNIO 2020

Además de vencedores y vencidos, la Junta General de Accionistas de Prisa vuelve a dejar pistas cuya correcta interpretación requerirá de perspectiva. El claro ganador ha resultado ser Javier Monzón, quien seguirá como presidente no ejecutivo del principal grupo español de comunicación tras haberse especulado profusamente sobre su salida.

El también presidente de Openbank, filial de banca digital de Santander, ha sido reelegido este lunes como consejero de Prisa con el apoyo del 62,28% del capital y el 1,2% en contra.

Este porcentaje refleja el intenso debate que ha generado la continuidad de Monzón dentro de la propia compañía. Hasta tal punto que el fondo Amber Capital se habría abstenido en la votación, pese a que según las informaciones publicadas lleva semanas maniobrando en contra del empresario.

En la junta de Prisa, celebrada por vía telemática con una participación del 81,6% del accionariado, se han aprobado todos los acuerdos propuestos por el consejo de administración, incluyendo la renovación de todos sus vocales. Todos los miembros continúan con un respaldo unánime, a excepción de Monzón y Sonia Dulá, que como Monzón ha recibido un apoyo del 62%.

En relación a las luchas internas, el consejero delegado de Prisa, Manuel Mirat, ha defendido durante su discurso que «no representamos a ningún poder». Seguidamente ha desgranado la hoja de ruta del grupo para los próximos años. «La estrategia de Prisa tiene el rumbo puesto hacia el fortalecimiento y la extensión de nuestros negocios digitales, tanto en el área de Educación como en la de Medios».

En palabras del primer ejecutivo, esta apuesta clara no evitaría sin embargo una revisión del rumbo de Santillana ante la necesidad de reducir el endeudamiento de la compañía, que hace unos días sufrió una rebaja de calificación por parte de Standard & Poor´s (S&P) ante el grave deterioro de su negocio como consecuencia de la Covid-19. De hecho identificaba “un riesgo creciente de refinanciación” a medida que se acercan los plazos de vencimiento de su deuda de Prisa de 1.200 millones, fijados en noviembre de 2022.

En este sentido Mirat aseguró que seguirá con la política de desinversión de activos no estratégicos y avanzó que “estos planes, junto a medidas estratégicas como una futura puesta en valor de activos como Santillana, nos permitirán gestionar el actual nivel de apalancamiento y alcanzar una estructura de balance sostenible que permitirá acelerar la transformación de los negocios”.