S&P identifica un «riesgo creciente de refinanciación» en Prisa
El rumbo de Prisa no convence a las firmas de análisis financiero. Semanas después de que Fitch rebajara el rating de la editora de El País de ‘B’ a ‘B-‘ con perspectiva negativa, Standard & Poor´s (S&P) le ha asignado una calificación de ‘CCC+’ con misma tendencia.
De acuerdo con el análisis de la agencia de calificación, el negocio y la liquidez de Prisa están mermando más de lo previsto hace unos meses debido al explosivo cóctel compuesto por la crisis sanitaria de la Covid-19 y una caída abrupta en la venta de periódicos y publicidad, cercanas al 50% en ambos casos.
De su análisis de los fundamentales de Prisa extrae que el apalancamiento cerrará el año diez veces por encima del Ebitda. Esto se traduce en un gran nivel de deuda, menos ganancias y peor expectativa de flujo de efectivo operativo libre negativo a medio plazo.
Por si fuera poco, S&P identifica «un riesgo creciente de refinanciación» a medida que se acercan los plazos de vencimiento de su deuda de Prisa de 1.200 millones, fijados en noviembre de 2022. En este sentido el grupo de comunicación tenía el pasado 1 de abril como fecha límite para amortizar 275 millones de euros y evitar pagar más intereses a la banca acreedora.
Según los analistas, «aunque la liquidez de Prisa satisfará suficientemente sus necesidades en los próximos 12 meses, ahora creemos que los compromisos financieros a largo plazo muy altos de la compañía podrían volverse insostenibles a largo plazo«.
Estas previsiones tan poco halagüeñas para el futuro de Prisa se conocen apenas unos días antes de la celebración de su próxima junta general de accionistas, en la que podría quedar definido el nuevo equilibrio de fuerzas de poder del grupo.
Y es que entre los puntos a tratar está la renovación de la mayoría de consejeros, incluido Javier Monzón y Joseph Oughourlian. También se votará la reducción del órgano de máxima responsabilidad y tres reducciones de capital por un total de 595 millones de euros.
