Los productores independientes estallan contra la Ley Audiovisual que hoy vota el Congreso

En un clima de crispación, el Congreso de los Diputados vota hoy la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual. La trasposición de una directiva europea, que se aprueba con un año y medio de retraso, y que cuenta con el rechazo de las productoras independientes, al considerar que esta les deja en una posición de desventaja frente a otras productoras.

“Esta ley nos hace menos competitivos y nos deja tocados de muerte”, dijo el productor Jordi Oliva, que ayer compareció junto a sus compañeros del sector José Nevado y María en nombre de todas las asociaciones de productoras de cine y audiovisual (Aecine, Diboos, MAPA, PIAF, PROA y Profilm, agrupadas en la Plataforma Audiovisual de Productoras Independientes), para pedir al Gobierno que rectifique en la cuenta atrás para su aprobación.

Una de las novedades de la ley es que obliga a las grandes compañías de streaming como Netflix o Disney+ a destinar el 5% de sus ingresos generados en España a financiar obras audiovisuales europeas y, de ese porcentaje, un 70% debe invertirse en producciones independientes nacionales en español. El estallido de la polémica la origina la definición de “productor independiente”, contemplada de manera inesperada en la enmienda del artículo 110.1 del borrador. El texto indica lo siguiente:

“Se considera productor independiente […] a la persona física o jurídica que no está vinculada de forma estable […] con un prestador del servicio de comunicación audiovisual […] y que asume la iniciativa, la coordinación y el riesgo económico de la producción de programas o contenidos audiovisuales, por iniciativa propia o por encargo, y a cambio de una contraprestación los pone a disposición de dicho prestador del servicio”.

Al final de esta definición, los legisladores han sustituido “un prestador del servicio” por “dicho prestador”. Esto significa, según los productores, que las productoras dependientes de televisiones y plataformas puedan ser consideradas independientes cuando produzcan para otros canales de televisión y, por tanto, formar parte del reparto de los mencionados ingresos.

Los productores denuncian que la trasposición de la directiva europea, en vez de proteger a las empresas independientes, las perjudica. Los portavoces reconocieron ayer que ante las demandas no han obtenido respuesta del ministro de Cultura y que están dispuestos a “acudir a la UE para que se garantice el espíritu de la ley”. “No queremos tener mejores condiciones que el resto, queremos tener las mismas condiciones que el resto”, señalaron.

Una Ley que también preocupa a la industria publicitaria.

El proyecto de Ley también genera malestar en el sector publicitario, al contemplar, por ejemplo, una serie de restricciones horarias a la publicidad en plataformas de vídeo online de bebidas alcohólicas y apuestas. Algo que, a juicio de los anunciantes, supone una traba más.

En El Foro de la Comunicación de DIRCOMFIDENCIAL, la directora general de la Asociación Española de Anunciantes, Lidia Sanz, explicó que esta ley “no representa la actualidad y por dónde van los nuevos tiempos en la comunicación”.

Por su parte, la directora general de IAB Spain, Reyes Justribó, explicó que “competimos en un mercado global” y que “si yo soy un fabricante de cerveza o de ginebra, a lo mejor me pienso si España es un mercado en el que tengo que seguir invirtiendo”.