Manuel Polanco, presidente de Prisa.

Prisa contempla un segundo asalto en la venta de Media Capital tras el revés

| 19 JUNIO 2018 | ACTUALIZADO: 20 JUNIO 2018 9:09

El revés en la venta de Media Capital no ha desalentado a Prisa. Sus responsables contemplaban desde hace semanas la posibilidad de que el plazo fijado para cerrar la operación expirara sin obtener el consentimiento de las autoridades portuguesas. Un no implícito de los reguladores que obliga a la editora de El País a analizar todos los escenarios que surjan en torno al futuro de la empresa lusa.

Por las reticencias de Concorrencia, el proceso de venta de Media Capital ha estado once meses dando vueltas sin llegar a ninguna parte. Tiempo suficiente para que el grupo español haya trazado una nueva hoja de ruta para el holding audiovisual más importante de Portugal, con unas medias diarias de audiencias televisivas superiores al 21%.

Los escenarios a considerar son dos: mantener a Media Capital dentro del perímetro de Prisa, armonizando su actividad con la del resto de activos del grupo; o preparar el terreno para un nuevo proceso de venta. Este último deberá cumplir, por todas las partes, con las condiciones establecidas desde los órganos de competencia del país vecino.

Fuentes próximas a Prisa confirman la viabilidad de ambas posibilidades. Y si bien a día de hoy la principal garantía consiste en apostar por Media Capital como un activo más de la compañía, los gestores no descartan intentar un segundo asalto en los próximos meses

Antes de pasar de las musas al teatro Prisa quiere tener atados todos los escenarios posibles, aprovechando el momento de fusiones y oferta que envuelve al sector de las telecomunicaciones

Y es que, pese a tratarse de la última gran iniciativa de Juan Luis Cebrián como presidente, el nuevo equipo de gestión ha priorizado el cierre de esta operación en todo momento. Dentro de la casa ven complicado maximizar los resultados de Media Capital, que el año pasado obtuvo un beneficio de 19,7 millones de euros, en un contexto como el actual.

No obstante, y para evitar un nuevo tropiezo en el futuro, Prisa tiene que estudiar la mejor opción a seguir. En este sentido, se valora tanto la idea de buscar un nuevo comprador que no comprometa la estabilidad del mercado audiovisual portugués, como de sacar al mercado una parte del 94,69% que controla en Media Capital.

Sea como fuere, el equipo de Manuel Mirat no se ha marcado ningún plazo para impulsar una nueva operación. Antes de pasar de las musas al teatro quieren tener atados todos los cabos, aprovechando el momento de fusiones y oferta que envuelve al sector de las telecomunicaciones a nivel mundial. Después de todo, el escenario actual ya se contemplaba en el folleto de ampliación de capital presentada a comienzos de este año.

Por un lado, Prisa previno un endeudamiento bancario de 661,2 millones de euros si la operación llegaba a buen puerto, y de 1.087 en el caso de que no se cristalizara, como finalmente ha pasado. A la vista del desenlace, la compañía se ha encargado de asegurar que la retirada de Altice como posible comprado «no altera el acuerdo de financiación suscrita», que mantiene su vencimiento en noviembre de 2022.