Sólo el 9% de los españoles paga por informarse en Internet

| 23 JUNIO 2017

El informe anual del Reuters Institute suele arrojar una fotografía muy amplia y detallada del panorama mediático mundial. En su última edición, Digital news report 2017, destaca el descenso a tumba abierta experimentado por los diarios españoles en papel en difusión y ventas y arroja un dato poco halagüeño para quienes ponen sus esperanzas en que el consumidor pague por la información.

La investigación mundial no vende optimismo. Antes bien, dibuja un panorama en el que los medios informativos siguen gozando de la confianza de la audiencia como proveedores de noticias pero no de su dinero. Pese a las mejoras con respecto a los años más calientes de la crisis, la balanza sigue estando descompensada.

Hay, no obstante, varios apuntes positivos, como la notable recuperación de los internautas españoles en las noticias en general (51%), lo que hace caer el porcentaje de escépticos del 33% al 24%. Otro más: cada vez está más claro el rol de los medios frente a las redes sociales. O por lo menos el 46% de los encuestados creen que los primeros cumplen mejor la función de diferenciar entre hechos y bulos, frente al 36% que elige los segundos.

A continuación todo lo demás, que no plantea un cuadro precisamente agradable para el sector. Crece el número de internautas que aprecian falta de libertad en los medios por influencias políticas (del 53% de 2016 al 57% de 2017) o económicas (del 51% al 55%). También empeora la situación del negocio, a la vista de que sólo el 43% reconoció haber comprado un diario impreso la semana previa a la entrevista, es decir, catorce puntos menos que hace tres años.

El problema es, como se ha señalado en otras ocasiones, que esta reducción en el negocio tradicional no está siendo compensada en el digital. Únicamente el 9% de los internautas paga por consumir información en Internet y, lo que es peor, aquellos que tienen intención de pagar han caído del 18% al 11% en el margen de un año.

La pata de la publicidad también se tambalea. Se detiene el uso de adblockers, sí, pero por contra sigue aumentando el uso del móvil -menos rentable para los medios- como principal dispositivo para informarse, y se popularizan los medios como medio para informarse. Por unos y por otros, este caldo de cultivo ha provocado que la amenaza haya dejado de ser las escasa rentabilidad del modelo impreso a consumo de noticias fuera de la web del medio.