
The Washington Post afronta una cascada de cancelaciones de suscripciones tras no apoyar a Kamala Harris
Más de 200.000 personas que venían pagando por acceder a toda la información que publica The Washington Post se han dado de baja en los últimos días, según han confirmado a NPR fuentes conocedoras de la operativa interna.
Esta oleada de cancelaciones se está produciendo en el contexto de la polémica que ha suscitado que, por primera vez en casi 50 años, el periódico haya decidido no apoyar a ningún candidato a la Casa Blanca de cara a las elecciones de noviembre.
La cifra supone alrededor del 8% de los cerca de 2,5 millones de suscripciones con los que el diario contaba antes de esta crisis. Y contrasta con la recaudación de 1,1 millones de dólares que ha conseguido la edición estadounidense de The Guardian en poco más de un día precisamente por hacer lo contrario y mostrar su apoyo a Kamala Harris ante Donald Trump en esos comicios, según ha revelado Semafor.
El consejero delegado de The Washington Post, Will Lewis, defendió esta decisión en un artículo publicado en su web ateniéndose a la práctica habitual de neutralidad del periódico hasta 1976. En ese año decidió romper con la tradición para apoyar al candidato demócrata Jimmy Carter y estableció otra que, con el paréntesis de las elecciones de 1988, se había mantenido hasta la fecha.
Este movimiento ha generado debate interno, con bajas de columnistas incluidas. Y también críticas, como la del ex director Marty Baron, que ha hablado de «cobardía», y entre los suscriptores célebres que han hecho público el final su relación con el periódico están el escritor Stephen King o la excongresis republicana Liz Cheney.
Fuentes internas indican que más de 200.000 lectores de pago han dejado de serlo en los últimos días.
Entre todos ellos se ha extendido la sensación de que su propietario Jeff Bezos ha decidido abstenerse de apoyar a Harris, la alternativa más cercana a la línea editorial de The Washington Post, para evitar indisponerse ante Trump de cara a su posible victoria.
De hecho, fuentes internas han confirmado a varios medios que existía un borrador de un editorial en el que el diario mostraba su adhesión a Harris.
Su no publicación ha puesto el foco sobre los posibles intereses de Bezos en torno a Trump por primera vez, algo que no sucedió durante la presidencia del hoy candidato republicano.
De hecho, en esos cuatro años The Washington Post disparó sus suscripciones a niveles que no ha podido repetir y ahora gestiona esa resaca en busca de un modelo más protegido de vaivenes políticos, como el construido por The New York Times.
Esta nueva polémica en The Washington Post ha surgido cuando aún colea la anterior, derivada del nombramiento fallido de un director que la propia redacción investigó para aflorar prácticas poco presentables. Todo ello como parte de un replanteamiento general del periódico por sus problemas económicos que llevó a la dimisión de su anterior directora.