Edelman maquilla el ejercicio gracias a los servicios bancarios y de salud

El 2020 podría haber sido peor para Edelman. La consultora cerró sus cuentas del pasado año con una contracción en la facturación tras el fuerte impacto sufrido durante los primeros meses de la pandemia, que obligó a acometer un profundo plan de reestructuración interno.

Según la información publicada por la firma de comunicación, sus ingresos netos cayeron un 5,7%, hasta los 840 millones de dólares (701 millones de euros). Si bien suponen 50 millones menos que en 2019, desde la compañía reconocen cierto alivio con sus resultados finales, teniendo en cuenta que en junio llegó a acumular un descenso del 14% en el negocio después de que los clientes cortaran el gasto a raíz de la crisis sanitaria.

Aunque venía de registrar un aumento del 2%, en ese momento la situación se volvió tan crítica que los responsables reaccionaron con fuertes medidas de contingencia, las cuales iban desde la ejecución de 390 despidos a nivel global, el 7% del personal, a reducción salariales de entre el 5% y el 20% en toda la escala salarial. Recortes que el propio Edelman justificó ante la necesidad de» garantizar la salud a largo plazo de nuestro negocio» y que en el caso del coste salarial se recuperó a finales de año.

Transcurrido más de medio año, en la firma dan por superada la parte más dura de la crisis. «Nos hemos recuperado, ya que nuestros ingresos en noviembre, diciembre y enero están en o por encima del nivel anterior», ha informado el fundador de la agencia en un comunicado público. Una recuperación en forma de V que, aunque lejos de la previsión de crecimiento del 4,5% previsto, se ha visto impulsada gracias al buen rendimiento de los servicios en comunicación financiera, de marca y de salud.

El mercado que peor comportamiento tuvo fue Asia-Pacífico, con un descenso interanual del 9,6% y un volumen de negocio de 96 millones de dólares (80 millones de euros). Le sigue EMEA con una caída del 8,4% y un total de 170 millones de dólares (142 millones de euros), mientras que el mejor rendimiento lo generó Estados Unidos, con una disminución del 4,2% para una facturación total de 531 millones de dólares (443 millones de dólares). De esta forma, el mercado norteamericano ya representa casi dos tercios del negocio global de Edelman.

Según la información publicada por la firma de comunicación, sus ingresos netos cayeron un 5,7%, hasta los 840 millones de dólares (701 millones de euros).

Una vez recuperada las condiciones laborales anteriores al plan de ajuste, Edelman se ha comprometido a pagar una bonificación del 5% entre sus tres niveles profesionales más bajos, así como aumentar el número de acciones entre miembros de la plantilla. A corto plazo, confía en reactivar su estrategia de apuesta por el talento incrementando mediante la contratación de más de 200 profesionales en áreas tan diversas como creatividad, planificación, el data, los asuntos públicos, el desarrollo de contenido, las relaciones financieras y atención médica.

Aunque durante ganó algunas cuentas nacionales de relevancia, el año estuvo marcado por la pérdida de clientes como Samsung y HP, ahora en el portfolio de agencias más enfocadas a la publicidad y el contenido digital.

A nivel nacional, la consultora vivió hace unos meses un relevo histórico en la cúpula. Y es que Miguel Ángel Aguirre dejó sus funciones como director general para incorporarse a Kreab. En su lugar se decidió apostar por la bicefalia formada por Lucía Carbadella y Pelayo Alonso, quienes hasta ese momento  eran directora de Reputación y director de Marca de la agencia, respectivamente.