John Saunders, presidente y CEO de FleishmanHillard.

FleishmanHillard se defiende: «Recopilamos la información de fuentes públicas»

| 30 MAYO 2019 | ACTUALIZADO: 31 MAYO 2019 8:54

Bayer decidió suspender hace dos semanas a su agencia de Asuntos Públicos FleishmanHillard después de que la prensa francesa denunciara que esta firma elaboró listas de más de 200 personalidades de aquel país (políticos, periodistas, científicos…) con datos de carácter personal.

En concreto, la agencia del grupo Omnicom habría incluido en esa lista aficiones, direcciones postales y teléfonos personales de los individuos seleccionados. Esta relación, además, estaría dividida en cuatro grupos: aliados, aliados potenciales para reclutar, personalidades para educar y aquellos para observar.

En esta lista estarían incluidas personalidades de interés (stakeholders) para Monsanto, filial de Bayer, a las que poder influir sobre su polémico herbicida denominado Roundup, producto que había recibido acusaciones de ser cancerígeno.

Tras pedir disculpas, Bayer reconoció que también había listas de personalidades en España y otros países europeos. Acto seguido decidió suspender el contrato que le une con su agencia de Asuntos Públicos -FleishmanHillard-, que habría sido la encargada de elaborar esa relación de stakeholders con información personal.

Hay que recordar que la legislación europea en materia de protección de datos prohíbe recopilar información personal de cualquier individuo sin el consentimiento previo.

De forma casi inmediata, tras destaparse el escándalo, FleishmanHillard emitió un comunicado en el que decía que la agencia «está comprometida con una conducta ética en todo lo que hacemos, para nosotros y para nuestros clientes. Creemos en ser abiertos, transparentes, responsables y legalmente compatibles con nuestras actividades, incluido el uso y manejo de la información. Nuestro trabajo está en consonancia con los estándares profesionales y las prácticas establecidas de nuestra industria».

Dos semanas después, el CEO y presidente de FleishmanHillard, John Saunders, ha publicado otro comunicado en la web de la agencia.

En el texto, el directivo se defiende diciendo que su compañía «recopila información relevante de fuentes disponibles públicamente, como hacen el resto de agencias de comunicación». «Este trabajo es fundamental», pues «ayuda a nuestros clientes a conseguir mejores resultados en el dialogo sobre su negocio y sobre sus objetivos sociales».

Saunders insiste en el comunicado en que siempre trabajan de «manera ética y de buena fe». Explica que «instruimos a nuestros empleados para que informen sobre cualquier comportamiento que consideren no ético«. Y es que -en palabras del directivo- «todos los empleados de FleishmanHillard deben completar una capacitación sobre ética cuando son contratados». Es más, «si encontramos que un cliente se comporta de forma poco ética, dejamos el negocio», asegura Saunders.

En todo caso -aclara el primer directivo de la agencia- la agencia realizó esas listas a petición de su cliente para preparar la información que se compartiría con los stakeholders de la compañía.