Carmen Valera, presidenta de Burson-Marsteller.

Los ingresos de Burson-Marsteller repuntan un 2% en España, por debajo de sus objetivos

| 13 SEPTIEMBRE 2018 | ACTUALIZADO: 14 SEPTIEMBRE 2018 9:16

Burson-Marsteller mantiene estable sus nivel de ingresos en los 8 millones de euros durante los últimos años. No se mueve de esa horquilla desde el 2012, cuando su cifra de negocios fue de 7,1 millones de euros.

En el último ejercicio completo -el 2017-, la agencia de comunicación consiguió aumentar sus ingresos un 2%, hasta alcanzar los 8,3 millones de euros. De esa cifra, los honorarios fueron 4,7 millones de euros, cifra prácticamente idéntica a la del 2016.

Pese al repunte, la firma admite en su Informe de Gestión que no han logrado cumplir con su plan de crecimiento. Dos son las razones fundamentales: la reducción de presupuesto de dos de sus principales clientes (Cerveceros y Puig) y por el decrecimiento del negocio procedente de la red internacional. En este último punto, hay que notar que, a nivel global, Burson redujo sus ingresos un 3,5% el año pasado y se quedó en los 463 millones de dólares, lo que le coloca como la quinta consultora de relaciones públicas más grande del mundo.

No obstante, Burson consiguió un buen número de nuevas cuentas el año pasado en nuestro país, entre las que destacan Via Celere, Vaciero, Drago Solutions, Lyoness; Parquesur, proyectos de gestión de crisis para Odigeo Edreams, TP Ferro, Pierre Fabre, Weight Watchers y un proyecto de entrenamiento en comunicación para los directivos de Accenture.

En España, Burson se mantiene en la parte baja del top ten de las agencias de comunicación con más ingresos en nuestro país. De momento, ha sido rebasada por Estudio de Comunicación, que disparó su facturación el año pasado un 33% y ya supera los 10 millones de euros.

Con un nivel de gastos estable, el beneficio neto de Burson-Marsteller fue de 830.000 euros en 2017, un 14% menos que el año anterior.

El pasado ejercicio fue el primer año en el que se puso en práctica la nueva estructura de Burson, con la que se pone el foco en el cliente. Ello se ha traducido en la formación de equipos integrados por las personas más adecuadas para cada proyecto, independientemente de su ubicación dentro de la compañía. Desde el año pasado, la estructura de Burson está dividida en siete prácticas profesionales.

Burson-Marsteller afronta su fusión con Cohn & Wolfe incumpliendo sus objetivos de negocio por la menor inversión de dos de sus clientes más importantes.

Con estos mimbres, Burson afronta actualmente la fusión con Cohn & Wolfe, una agencia más pequeña que también opera en España.

La firma resultante -Burson Cohn & Wolfe- estárá liderada en nuestro país por Carmen Valera como presidenta ejecutiva, que ya ocupaba esta posición en Burson desde hace doce años. Le acompañarán en su equipo Francisco López, chief operating officer, que ocupaba esta misma posición en Burson desde hace dos años; Almudena Alonso, chief innovation & corporate development officer, que ha dirigido los últimos 8 años C&W en España; Raquel González, chief financial officer, procedente de Burson; y Verónica Rodríguez-Mesa, como chief talent officer, en Burson desde hace más de tres años.

No será hasta 2019 cuando ambas compañías unifiquen su cuenta de resultados, por lo que este año tanto Burson-Marsteller como Cohn & Wolfe mantendrán sus negocios por seperado.