El error del sector ha sido defender en exceso la prensa impresa

| 19 OCTUBRE 2016 | ACTUALIZADO: 22 OCTUBRE 2016 11:58

Resumimos este artículo de Steve Buttry en su blog stevebuttry.wordpress.comtraducido al español, que responde a Jack Shafer, periodista de Politico.com, que publicó un artículo titulado «¿Y si la industria periodística ha cometido un inmenso error?».

Frente a las opiniones recogidas por Jack Shafer , con las que trataba de consolar a los nostálgicos del papel, Steve Buttry ha querido desmarcarse de esta corriente y asegura que el error colosal del que hablan no es el que se piensan ni Chyi, ni Tenemboim ni ninguno de los estudios a los que se ha hecho referencia.

El error estratégico al que hacían alusión era el de haber dedicado más atención a las versiones digitales en lugar de retornar al pasado y volver a potenciar la prensa impresa. En los últimos 20 años, -sostiene ambos autores en Politico.com- los medios estadounidenses depositaron todos sus esfuerzos en la versión digital. Asimismo, otro de los errores realizados -en opinión de Chyi y Tenemboi – era haber invertido sobremanera en estética y no en contenido.

En respuesta a ello, Steve Buttry afirma con rotundidad que la industria nunca adoptó la estrategia basada en darle prioridad a lo digital. Para Steve Buttry, el error ha radicado en desarrollar estrategias defensivas para los contenidos impresos, a la vez que realizaban tímidos experimentos digitales, ignorando así las posibilidades que ofrecía el mercado.

Precisamente, Buttry desarrolló un periodo de su carrera profesional en un medio llamado »Digital First». Como fruto de este paso profesional, el periodista ha elogiado en numerosas ocasiones a los responsables de la publicación – John Paton y Jim Brady – por llevar a la redacción por el camino digital de manera más rápida que sus competidores, los cuales seguían realizando tímidos experimentos.

Uno de los errores de los que politico.com se ha hecho eco ha sido el de comparar ingresos de los diarios impresos locales con los ingresos de los mismos en versión digital. No obstante, de lo que no se hace eco es de las contribuciones que compañías no vinculadas al sector hacen para incrementar las audiencias de manera notable en las ediciones digitales.

Diferencia en los ingresos publicitarios

Y es que, por más que muchos periódicos se han esforzado en aumentar sus ingresos publicitarios en las ediciones impresas, esas intenciones son en vano. Los resultados obtenidos por el centro de Investigación Pew sobre el estado de los medios informativos revela que los ingresos por publicidad digital totales fueron de 59.600 millones de dólares en 2015.

Mientras tanto, la publicidad en los diarios impresos alcanzó su máximo histórico, justo una década antes con 47.400 millones de dólares. Ya en 2013, los ingresos totales de la prensa impresa cayeron hasta los 17.3 000 millones de dólares en el 2013, último año en que la Asociación de Periódicos de Estados unidos hizo oficial las cifras. Sin embargo, lo que es seguro es que estos datos siguen en caída libre produciéndose el mayor descenso sufrido desde el año 2008, cuando la crisis golpeaba con más fuerza al sector.

Reutilización de contenidos editoriales

Y es que compañías de primer nivel como Google o Facebook, algunas emergentes como BuzzFeed o la propia politico.com e incluso las pequeñas empresas informativas; han adoptado mejores decisiones a la hora de la búsqueda de oportunidades digitales que las que han realizado los periódicos. El error no ha sido buscar estas oportunidades digitales de forma descarada, sino que ha sido hacerlo de forma retraída.

En muchas ocasiones, los medios han seguido la formula consistente en reutilizar y extender contenidos editoriales alarmándose en exceso con cada posible riesgo que el mercado digital les podía generar. En la mente de estos editores se concebía la idea de que estaban regalando el producto.

Con esta premisa, los periódicos impresos se han resistido en numerosas ocasiones a aceptar ideas creativas para obtener beneficios. Por lo que permanecían en la linea de reutilización de contenidos a un mercado que demandaba servicios más innovadores. Quizás estas estrategias planteadas no hubieran dado los resultados esperados, lo que si es seguro es que el colapso en los ingresos publicitarios de la prensa impresa no está producido por la tecnología digital.