Facebook cede ante las presiones de Reino Unido
Facebook ha anunciado que pagará en el Reino Unido los impuestos correspondientes a los beneficios que genere en territorio británico. Según informa, a partir de abril sus clientes británicos «recibirán sus facturas desde Facebook UK y no desde Irlanda”.
La medida supone un golpe de efecto en la política fiscal de la red social, muy criticada desde hace tiempo por la desviación que hace de sus beneficios a Irlanda, donde las multinacionales disfrutan de una fiscalidad más relajada. Es el caso del tipo de tributo a los beneficios empresariales, que allí es del 12,5%. Pero también implica un cambio en la divisa de facturación, que pasará de euros a libras esterlinas.
Esta decisión traerá por consiguiente un aumento considerable en la recaudación de la Hacienda de Reino Unido, aunque sea siguiendo las estimaciones que atribuyen un beneficio de 1.300 millones de euros a Facebook en todo el mundo. En este sentido, el Tesoro británico emitió un comunicado celebrando la medida y anunciando que «el gobierno está comprometido con garantizar que las multinacionales paguen su parte justa de impuestos».
El cambio de proceder por parte de Facebook en este ámbito es, principalmente, consecuencia de las presiones recibidas por parte de la sociedad británica. Reino Unido lleva años detrás de las evasiones fiscales de las empresas tecnológicas. Como fruto este seguimiento, a finales de enero el fisco británico acordó con Google el pago de 130 millones de libras en impuestos atrasados desde 2005.
En el caso de la red social las críticas se encendieron a raíz de que pagase tan sólo 4.327 libras en 2014 a la Hacienda británica. Una cifra muy reducida teniendo en cuenta que Reino Unido representa un mercado estratégico para Facebook, que emplea allí a más de 850 trabajadores.
A finales de enero el fisco británico acordó con Google el pago de 130 millones de libras en impuestos atrasados desde 2005
El interés para que las compañías tecnológicas cumplan con sus obligaciones ante el fisco no afecta sólo al gobierno británico, sino que parece ser general en la sociedad. El periódico The Times dedicó un espacio de su portada del pasado 2 de febrero a la desviación de impuestos protagonizada por Facebook. En el artículo, el diario británico denunciaba que la disposición de la compañía para pagar impuestos en Estados Unidos pero no al contribuyente de Reino Unido.
Al final, la red social ha terminado transigiendo a las presiones de Reino Unido y aceptando dejar de reducir artificialmente el beneficio generado en el territorio. Aunque, por otro lado, el anuncio también estaría motivado por el nuevo impuesto de sociedades introducido por el Gobierno Británico y que impone una tasa de 25% para todas aquellas multinacionales que urdan mecanismos de desviación de sus beneficios.
Para el Tesoro Británico la tasa contra el beneficio diferido supone «una norma para hacer frente a la planificación fiscal agresiva por parte de las multinacionales», ya que está cinco puntos por encima del impuesto corporativo de Reino Unido