Apple cierra su año fiscal con nuevo récord en ingresos publicitarios
El año fiscal de Apple terminado en septiembre ha encadenado trimestres de caída de facturación general de principio a fin pero el epígrafe de servicios ha vuelto a dejar las mejores cifras. El heterogéneo grupo de partidas sumó 22.300 millones en el periodo final del ejercicio, lo que supone la cuarta parte del negocio total de 89.500 millones y un 16% más que el año pasado que marca nuevo techo. A ese resultado contribuyeron los “récords históricos” de la tienda de aplicaciones, servicios de pago y publicidad.
Esa referencia del consejero delegado de Tim Cook no vino acompañada de datos segregados, como es habitual, pero se apoya en gran parte en que Apple ya tramita más de 1.000 millones de suscripciones de pago. Ese dato prácticamente duplica el número que la compañía manejaba hace tres años y se ve impulsado a su vez por la expansión de la cifra de dispositivos activos, que ya alcanza los 2.000 millones.
En general el segmento de servicios obtuvo en recta final del año fiscal 85.000 millones de dólares de facturación asociada, lo que Cook contextualizó como “el tamaño de una empresa Fortune 50 (la lista de compañías más grandes realizada periódicamente por la revista), significativamente más grande de lo que lo que era hace solo un par de años”. El juicio antimonopolio contra Google ha concentrado más atención sobre esa cifra porque en ella está subsumida la partida que el gigante de las búsquedas paga a Apple para ser buscador predefinido en sus dispositivos. No es pública pero supone presumiblemente la mayoría de los más de 28.000 millones que Google dedicó a acuerdos de ese tipo en 2021.
Además esa partida general se verá engordada en sucesivos trimestres por las subidas de precio anunciadas para Apple TV+, como parte del contexto generalizado de incremento de costes en suscripciones a plataformas de streaming, y también de otros servicios como Apple News. Esas maniobras amplían sobre pagos recurrentes márgenes ya de por sí mucho más amplios que los de los productos, con lo que su impacto es casi exclusivamente sobre los ingresos a falta de registrar posibles bajas. Además los usuarios que utilizan servicios de la compañía de forma prolongada son más proclives a volver a comprar uno de sus dispositivos cuando quieren reemplazar el que tienen, según estimaciones recientes de Forrester.
La compañía alcanza un nuevo techo en su segmento de servicios con un 16% de mejora y con él enmienda parcialmente la caída o estancamiento de negocio de venta de dispositivos.
Esos buenos números han ayudado a enmendar parcialmente la caída o estancamiento del negocio asociado a dispositivos, un escenario que ha arrastrado a la compañía a su primera caída anual de ventas y beneficios desde 2019. Pero lo cierto es que el ejercicio empezó peor de como ha terminado, con sucesivas caídas del 5%, 3%, 1,4% y 0,7% en la primera de esas magnitudes.