Desciende el fraude publicitario digital tras años de subidas
El fraude publicitario digital descendió el año pasado, después de varios ejercicios de fuertes subidas.
Según la Asociación Nacional de Anunciantes (ANA) de Estados Unidos y la firma especializada en Ciberseguridad White Ops; este ilícito alcanzará este año en todo el mundo los 5.800 millones de dólares. Es un 11% menos que en el ejercicio 2018, cuando los anunciantes desperdiciaron 6.500 millones de dólares.
Con esa cantidad, el fraude afectaría a entre el 20% y el 35% de las impresiones publicitarias en Internet de todo el mundo, porcentaje que aunque esté disminuyendo, sigue siendo muy y alto.
Para llegar a esta cifra, los impulsoras del estudio han analizado 600.000 dominios y 2.400 campañas publicitarias, que han obtenido 27.000 millones de impresiones.
La caída de los índices del fraude podría deberse a múltiples factores: la adopción de ads.txt y una mayor concienciación entre los intermediarios tecnológicos que han proporcionado una mayor transparencia a la compraventa publicitaria en Internet. No en vano, la gran mayoría de los DSP y los SSP incorporan medidas antifraude en sus sistemas tecnológicos.
Este descenso se produce al tiempo que la inversión en publicidad digital registra un crecimiento del entorno del 25% en todo el mundo, con lo que tiene aun más mérito la contención del ilícito.
Por formatos, sigue siendo el vídeo digital el más afectado por el fraude, pues goza del atractivo de ser el tipo de publicidad digital que se vende más cara.
España es uno de los países desarrollados donde menos fraude publicitario digital se registra. Según un estudio realizado el año pasado por Integral Ad Science, estas prácticas llegarían al 4,9% en desktop.
Uno de los métodos más utilizados por las redes fraudulentas que se mueven en el mercado de la publicidad digital consiste en que robots sustituyan a personas a la hora de pinchar en los anuncios digitales y generar así un deterioro en la inversión de los anunciantes.
