Elon Musk admite que ha devaluado la visibilidad de publicaciones con enlaces en X
El propietario de la antigua Twitter nunca ha ocultado que su estrategia para la plataforma pasaba por convertirla en un entorno de consumo de contenidos en sí misma con intención de explotar un negocio publicitario asociado al vídeo. Y recientemente ha confirmado que ha reducido el alcance de las publicaciones que contienen urls.
Lo ha hecho en la misma X como respuesta a una queja del conocido inversor Paul Graham, que señalaba que «la despriorización de tuits con enlaces es el mayor fallo de Twitter» porque eso le impide enterarse de lo que ocurre.
If I write a new essay and tweet a link to it, that's "lazy linking," but if I tweet that I've written a new essay and then put the link in a reply, that's somehow better?
— Paul Graham (@paulg) November 24, 2024
Elon Musk le sugirió que escriba «una descripción en la publicación principal» y reserve la url que quiere promocionar para una respuesta, porque de esa manera se bloquea «el enlace perezoso».
A partir de ahí se generó un debate en torno a las consecuencias de esa estrategia, que afecta especialmente a los medios.
Ese efecto secundario parece buscado en la medida en que Musk ha defendido en los últimos tiempos que las cabeceras tradicionales no sirven a los intereses del público al que aspiran, y de hecho cuando se conoció la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU publicó para sus seguidores que «vosotros sois los medios».
Ese escenario explica igualmente que ordenara en agosto del año pasado la retirada de titulares y otros metadatos de las tarjetas con las que X formatea los enlaces, para después simplemente dejarlos sobreimpresos en la propia imagen.
Su propietario atribuyó el cambio a una optimización del espacio en el flujo de contenidos que ven los usuarios, especialmente en dispositivos móviles, y también a la reducción de clickbait.
El magnate recomienda colocar las urls como respuesta a un tuit principal que solo contenga una descripción.
En todo caso, una investigación publicada poco después por The Washington Post y The Markup concluyó que la plataforma estaba alargando deliberadamente el tiempo de esperaba para acceder a algunos sitios de terceros.
Entre ellos, entornos rivales como Threads, Bluesky o Substack, pero también medios como The New York Times.
Esa táctica habría tenido un efecto incierto sobre una tendencia ya pronunciada de caída de tráfico procedente de la antigua Twitter para los medios.
En concreto, en esas mismas fechas un estudio de Automattic, proveedor de servicios de publicación en internet a través de su plataforma Wordpress, señalaba que ese caudal se había reducido en un 24% en un año para grandes cabeceras de EEUU.
Con esa dinámica recesiva en tráfico algunos consideran que las retiradas anunciadas de la plataforma de The Guardian o La Vanguardia por desinformación y toxicidad no tendrán demasiado impacto para sus números, ya que de por sí sus publicaciones estaban yendo a la baja sin horizonte de mejora.