Facebook planea cambiar de nombre en el contexto de su apuesta por el metaverso y sus crisis de imagen
La próxima edición de la conferencia anual Connect de Facebook, que se celebra el 28 de octubre, podría ser el primer gran evento en el que la compañía ya no se llame así. The Verge adelanta que Mark Zuckerberg tiene previsto acometer en breve un cambio de nombre para abarcar sus nuevas ambiciones en torno al metaverso, un concepto basado en la realidad virtual como próximo gran ecosistema. Eso serviría igualmente para aliviar la presión creciente sobre la marca tras sucesivas crisis de imagen, la última de ellas provocada por las filtraciones de una exempleada.
Una persona conocedora de estos planes confirma a The Verge que la idea es que la compañía tenga un nombre diferente y Facebook se mantenga como el de su aplicación principal, como un producto más al mismo nivel que Instagram, Oculus o WhatsApp. De este modo se explicitaría que el gigante tecnológico no es solo un conjunto de plataformas sociales y ha evolucionado a algo más relevante. En este caso, la construcción del metaverso.
La apuesta de Facebook en torno a ese concepto, acuñado por el novelista Neal Stephenson en su obra Snow Crash de 1992, se basa en que la realidad virtual acabará siendo una herramienta masiva de comunicación y experiencia al igual que hoy lo es la comunicación a través de los teléfonos móviles. La gran diferencia es que en ese ámbito la compañía siempre ha estado supeditada a Google y Apple por su condición de propietarios de aparatos, sistema operativo y navegador, mientras que en ese eventual nuevo escenario fabrica los dispositivos a través de Oculus. Facebook compró esta empresa en 2014 por 2.000 millones de dólares precisamente para ser un actor clave en el advenimiento de la realidad virtual que trata de impulsar.
La compañía pasaría a tener otra denominación y el nombre actual se quedaría solo para su aplicación principal como muestra de nuevas ambiciones.
Ese proyecto consumirá muchos recursos durante años y de hecho ya tiene involucrados a más de 10.000 empleados en la fabricación de aparatos, con la idea de incorporar 10.000 más en los próximos años solo en Europa. El nuevo director técnico de Facebook, Andrew Bosworth, ha sido recientemente promocionado desde el área de Realidad Aumentada y Realidad Virtual de la compañía en ese contexto.
Por otro lado, este movimiento de cambio de nombre recuerda a lo que hizo Google en 2015 al crear Alphabet. El objetivo era trascender las búsquedas y ampliar la perspectiva de su líneas de negocio con productos diferentes como coches autónomos o tecnología relacionada con salud, lo que permite mantener por separado espacios para experimentar en otras industrias con una estructura de cuentas más ordenada. Eso facilita además las posibles ventas de negocios concretos.
La otra ventaja evidente es que reduce la exposición problemática de la marca principal hasta la fecha. Facebook arrastra un importante desgaste de imagen pública por sus eventuales efectos negativos sobre la sociedad, y la última de esas crisis ha estallado precisamente con la filtración de investigaciones internas que los reflejan. En todo caso eso no afecta de forma notable a sus resultados.
