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Instagram explica los algoritmos con los que aflora u oculta contenidos a sus usuarios

| 5 JUNIO 2023 | ACTUALIZADO: 6 JUNIO 2023 8:58

Los sistemas que hacen más o menos visibles las publicaciones en redes sociales están bajo escrutinio regulatorio creciente y sometidos a quejas permanentes de los creadores, que viven de una exposición cuyos vaivenes no comprenden. Y por ello, Meta ha optado por introducir más transparencia sobre ellos para aliviar esa presión, en este caso en Instagram. Su responsable Adam Mosseri ha ofrecido en el blog de la plataforma algunos detalles sobre qué hace que un contenido se vea más que otro en cada una de las partes de la aplicación.

Esa aclaración previa es importante para entender el funcionamiento general de Instagram, ya que todas ellas tienen su propio algoritmo que opera de forma personalizada. Eso explica el posible rendimiento desigual de una publicación en el flujo general, las historias, los vídeos cortos, las búsquedas o la zona de contenidos populares, puesto que el uso es diferente en cada caso. Por ejemplo, el usuario promedio de la aplicación tiende a usar el formato stories con sus contactos más próximos y espera encontrar vídeos cortos de creadores cuando consulta los reels, según Mosseri.

Partiendo de esa base, una de las cuestiones polémicas que afronta Instagram es la introducción de cada vez más publicaciones originadas por autores que el usuario no sigue en su flujo principal, a semejanza de TikTok, hasta un 30% del total. Esa palanca ofrece mayor visibilidad a contenidos populares que la plataforma considera que pueden interesar al usuario y mantenerle durante más tiempo conectado, pero lo hace a costa de reducir en algunos casos la de aquellas fuentes que sí ha elegido seguir. La coexistencia de ambas fuentes y la publicidad conforma la experiencia más habitual de los usuarios, que se construye a partir de lo que la aplicación considera “señales”.

Ese concepto se basa en información previa basada en el interés del usuario según diferentes tipos de interacciones anteriores con distintos contenidos o datos sobre la popularidad de cada publicación y su contexto, así como la tracción de su autor o si quien usa la aplicación ha hecho algo respecto a él en diversas formas. Instagram determina el posible interés que despierta un contenido en base al tiempo que estima que se pasará consumiéndola, si se ampliará la imagen del perfil de quien la ha creado o si existirán interacciones sobre ella (comentar, pulsar en me gusta o compartirla).

La plataforma da un paso hacia la transparencia para hacer frente a las presiones regulatorias y las quejas de los creadores que operan en ella sobre los vaivenes de visibilidad.

Cuanto mayores sean las probabilidades calculadas de que sucederá alguna de esas cosas y cuanto mayor sea el valor que Instagram le dé a cualquiera de ellas, antes aparecerá la publicación al usuario. Aunque Mosseri aclara que otros factores concurren en el resultado también, como la intención de evitar que se muestren de forma consecutiva demasiadas piezas de la misma persona o demasiadas publicaciones ajenas a la lista de seguimiento del usuario. Y en ese proceso se tiene en cuenta además que la visibilidad de determinados tipos de contenido será devaluado por defecto por haber sido marcados como falsos por verificadores independientes o por incurrir en violaciones de las normas internas de la plataforma.

Esas pautas son muy similares a las que explican que una publicación asome más o menos en las diferentes partes de Instagram. Y en todos esos espacios, la aplicación ofrece a cada usuario la posibilidad de influir en lo que se le ofrece mediante herramientas como el uso de una lista de favoritos o los amigos más cercanos para determinar quién puede ver las historias, así como el silenciamiento de recomendaciones o fuentes de contenido que no le interesen.