Un estudio detecta cientos de grupos que inflan artificialmente la visibilidad de los contenidos de sus miembros en Instagram
Todos contra el algoritmo. Así podría resumirse la actividad que investigadores de la Universidad de Nueva York han descubierto en cientos de grupos de usuarios de Instagram, que se dedican a interactuar con las publicaciones de sus miembros para forzar que tengan mayor visibilidad.
El estudio concluye que existe un un ecosistema de “manadas” que garantiza mayor alcance a lo que hacen sus miembros en la plataforma mediante un sistema de “abuso recíproco”. Los investigadores crearon una herramienta de inteligencia artificial para encontrar publicaciones que pudieran ser sospechosas de haber logrado mayor repercusión gracias a estas tácticas y sus hallazgos pusieron al descubierto estos entramados.
Fueron analizadas hasta 1,8 millones de publicaciones en Instagram que habían sido colgadas por 111.455 usuarios diferentes, y que a su vez habían sido promocionadas en más de 400 grupos de Telegram. Esta última herramienta es clave para organizar a los miembros de estos colectivos en las secuencias de actuación, y fue igualmente útil para los autores del estudio a la hora de encontrar nuevas “manadas”.
Los investigadores reunieron y asociaron datos de ambas aplicaciones, y después estudiaron la eficacia de esas interacciones organizadas. A partir de ahí pudieron aplicar modelos de datos para predecir con un alto grado de precisión si algo publicado en Instagram podía ser o no parte de una de estas redes.
Rachel Greenstadt, profesora asociada de ciencias de la computación e ingeniería de la Universidad de Nueva York y autora principal de esta investigación, cuenta que “uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido comprobar cómo de efectivo es el abuso recíproco no solo en aumentar la visibilidad de una publicación, sino también en incrementar la interacción orgánica”.
Esto último es lo que complica a las plataformas la detección de esta clase de estrategias. Hasta la fecha su actividad contra las actividades que buscan ‘hackear’ sus sistemas ha ido encaminada a bots y scripts, sin tener en cuenta que iniciativas como la desvelada en este estudio se sustancian en personas que se ponen de acuerdo.
Otro de los aspectos que sorprendió a los investigadores fue precisamente la facilidad con la que se pueden encontrar estos grupos mediante una búsqueda corriente. Para ellos esto significa que se trata de una tendencia que se ha acelerado en los últimos años, con una incidencia creciente en lo que un número indeterminado de usuarios puede encontrarse en Instagram.
