
X dispara sus ingresos por licencia de datos y suscripciones mientras se estanca su facturación publicitaria
En febrero la antigua Twitter ingresó 91 millones de dólares gracias a la explotación de los datos que genera y las suscripciones, un 32% más respecto al año pasado.
Ese dato figura en una presentación para inversores de X vinculada a una nueva venta de deuda a la que ha tenido acceso Bloomberg, y en ella se aprecia la trayectoria casi plana del negocio publicitario.
Esa última partida aumentó en un 4% hasta dejar el dato en 146 millones de dólares, con lo que la diferencia entre las dos líneas de ingresos ha pasado en un año de 71 a 55 millones de dólares.
Esa tendencia hacia un cierto equilibrio contrasta ampliamente con la alta dependencia de la publicidad que se observaba en las últimas cuentas entregadas por Twitter antes de su adquisición por parte de Elon Musk.
La transformación del negocio general se explica por el desplome de su actividad comercial, que en todo caso está repuntando en los últimos meses gracias a la presencia de Musk en el Gobierno de Donald Trump y el interés de grandes anunciantes por no indisponerse con su administración.
En esa mejora también influye la apuesta creciente por la programática de la mano de socios como Google y Magnite.
En ese contexto, lo previsto por eMarketer es que X presente por primera vez este año un incremento de la facturación publicitaria, hasta los 2.260 millones de dólares.
Se trata de una mejora del 16,5% respecto al año pasado pero la cifra absoluta supone la mitad de lo ingresado en 2021. Lo que no está claro es cuánto de ese lucro cesante puede ser cubierto por licencia de datos y suscripciones, en vista de lo señalado en la presentación.
El primero de esos negocios ha crecido un 32% en un año mientras que el segundo apenas ha mejorado un 4%.
Lo que tampoco queda especificado en ese documento es cuánto se corresponde con cada uno de esos segmentos. La creación de usuarios de pago era el primer objetivo de Musk para reducir la dependencia de la publicidad y ha ido introduciendo cambios en el modelo sin que haya mayor información reciente sobre sus resultados.
El magnate también incidió en primera instancia en el bloqueo de bots de terceros en la antigua Twitter, tanto para encarecer el acceso a la información a través de su API como para evitar precisamente que fueran utilizados por startups de inteligencia artificial.
De hecho, Musk ha hecho que su empresa xAI compre X para aprovechar sus capacidades de distribución y su inventario de publicaciones, y OpenAI prepara una plataforma similar.