
X fuerza a antiguos anunciantes a regresar con la amenaza de acciones legales
Compañías como Verizon Communications o Ralph Lauren han vuelto a dedicar parte de sus presupuestos publicitarios a X después de ser coaccionadas para hacerlo.
Así lo señala The Wall Street Journal, que refleja la preocupación de marcas y agencias ante una campaña sin precedentes para recuperar ingresos comerciales en base a posibles represalias.
Al menos seis empresas han reactivado la compra de espacios en la antigua Twitter de esta manera, según avanza el diario económico.
Todas ellas han recibido amenazas de posibles demandas o han sufrido presiones vinculadas al hecho de que hasta no hace mucho el propietario de la plataforma, Elon Musk, desempeñaba un rol relevante en el entorno del presidente Donald Trump.
No está claro cuánto habría podido recuperar X de esta manera, pero fuentes conocedoras revelan a The Wall Street Journal que Verizon se comprometió a invertir al menos 10 millones de dólares en la plataforma durante este año. Los acuerdos alcanzados por esta vía incluyen compromisos de gasto y objetivos no vinculantes.
Según The Wall Street Journal, al menos seis empresas han vuelto a comprar publicidad en la plataforma bajo presiones y coacciones.
Esto último es algo que Forrester aconsejaba hace unos meses no aceptar a sus clientes como parte de su estrategia para mantenerse en buenos términos con la plataforma sin malgastar dinero. Pero la situación descrita por las fuentes del diario económico muestran que esos pagos tienen menos que ver con la confianza en obtener resultados que con la necesidad de evitar problemas.
Sobre todo después de que el Comité Judicial del Senado haya investigado a los grandes grupos publicitarios, para concluir que podrían haber violado la legislación antimonopolio al favorecer un boicot de anunciantes perjudicial para el pensamiento conservador.
Ese poso fue aprovechado por Musk para lanzar la demanda que actualmente mantiene contra la Federación Mundial de Anunciantes (WFA) y varias empresas bajo esa misma acusación.
De hecho, la fusión por absorción de Omnicom Group e Interpublic Group está bajo escrutinio severo de la Comisión Federal de Comercio (FTC). Reuters atribuía recientemente a esa agencia un debate interno sobre si imponer a esas empresas como condición para dar su visto bueno el compromiso a no vetar anuncios en torno a contenidos políticos.
Esa agencia ha asumido un rol más activo en este caso y está demandando información a otras compañías del sector para determinar si hubo violación de las leyes antimonopolio de EEUU a través de boicots organizados a determinados entornos digitales, X entre ellos. De ahí que la seguridad de marca se haya convertido en un asunto espinoso tanto para anunciantes como para agencias, así como para proveedores especializados como Integral Ad Science y Doubleverify.