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EEUU investiga a empresas y colectivos por alentar un posible boicot de anunciantes a medios conservadores

| 6 JUNIO 2025 | ACTUALIZADO: 6 JUNIO 2025 10:26

La Comisión Federal de EEUU (FTC) ha pedido a diversas entidades relacionadas con publicidad digital que envíen documentación y respondan a preguntas sobre sus relaciones en la industria.

Tal y como ha avanzado The New York Timesestá en juego una posible demanda por violación de la ley anticompetencia si la agencia gubernamental considerara que han promovido boicots organizados de anunciantes a medios concretos.

Entre las citadas está Media Matters, la organización sin ánimo de lucro que desde 2004 monitoriza la posible desinformación vinculada a conservadores en los medios de EEUU. Su escrutinio se corresponde, entre otras cosas, con la investigación que realizó sobre la presencia de contenido antisemita en X en 2023 y su impacto sobre el debate sobre la seguridad de marca en la plataforma.

Según una de las cartas que FTC está usando para demandar información a esas organizaciones, hay al menos 13 en el punto de mira de la agencia. Entre ellas figuran los proveedores de seguridad de marca y medición Integral Ads Science (IAS) y DoubleVerify, o la asociación Interactive Advertising Bureau (IAB).

Pero también aparece en la lista la Federación Mundial de Anunciantes (WFA), cuya iniciativa GARM fue objeto de demanda por parte de Elon Musk por promover un presunto boicot organizado de anunciantes contra X. Ese colectivo ya había sido señalado antes por ese mismo motivo en las conclusiones de la investigación realizada por el Comité Judicial del Senado que preside el republicano Jim Jordan.

Al menos 13 organizaciones han recibido cartas de la Comisión Federal de Comercio (FTC) en las que se les insta a facilitar información y documentación.

Por tanto, el proceso abierto por FTC da continuidad a esa labor bajo la premisa expresada recientemente por su nuevo presidente, Andrew Ferguson, que considera necesario combatir lo que cree censura del pensamiento conservador en redes sociales. La principal protagonista de esa controversia es X, cuya facturación publicitaria se desmoronó tras su compra por parte de Musk.

Sin embargo, esa tendencia se ha revertido desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre y en el contexto de la entrada del propietario de la antigua Twitter en su Gobierno. Muchos analistas y profesionales del sector consideran que el repunte de ese gasto, que en todo caso queda por debajo de los niveles previos a la llegada de Muskes puramente defensivo y coyuntural.

El magnate mantiene activa una demanda contra WFA y algunos anunciantes bajo la acusación de haber orquestado un boicot de anunciantes para perjudicar a X. De ella se han caído Unilever y Twitch tras sendos acuerdos publicitarios con detalles que no han trascendido.