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Google no recurrirá a verificadores para búsquedas y YouTube en la UE a pesar de la regulación

| 21 ENERO 2025 | ACTUALIZADO: 22 ENERO 2025 8:44

El Código de Prácticas sobre Desinformación promovido por la Comisión Europea impone la contratación de verificadores independientes de información y usar los resultados para ordenar resultados o eliminarlos, entre otras cosas. Pero Google ha informado por escrito de que no pretende cumplir con esas condiciones porque «simplemente no es apropiado o efectivo para nuestros servicios».

Eso es lo que indica una carta a la que ha tenido acceso Axios, firmada por Ken Walker, presidente de asuntos globales de la compañía, destinada a Renate Nikolay, director general adjunto al cargo de cuestiones de contenido y tecnología en la Comisión Europea. En ella el ejecutivo del gigante tecnológico señala que el actual protocolo es válido y apela a los buenos resultados que habría ofrecido durante el «ciclo de elecciones globales sin precedentes» del año pasado.

Entre las mejoras que ha introducido Google para afrontar esa cascada de procesos estaba la posibilidad de introducir apuntes contextuales en vídeos de YouTube, un modelo que sigue la estela de las notas de comunidad de X. Esa funcionalidad también ha servido de inspiración para Meta, que recientemente anunció el final de su programa de verificación con terceros en EEUU para optar por la supervisión colectiva de sus usuarios. Esa decisión forma parte de un conjunto de medidas que acercan su posición al nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.

Ahora queda por ver la respuesta del ejecutivo comunitario, que ha estado manteniendo conversaciones con las empresas tecnológicas afectadas de cara a convertir en obligaciones los compromisos voluntarios del código de desinformación aprobado inicialmente en 2018 y revisado para 2022. Todos ellos vienen incluidos bajo el paraguas de la Directiva de Servicios Digitales (DSA), la palanca que la Comisión Europea introdujo en ese último año para estimular su aceptación antes de forzar su cumplimiento.

El código ha sido firmado desde entonces por 40 plataformas digitales, que al hacerlo mostraban su compromiso de trabajar con verificadores independientes en todos los países de la Unión Europea, hacer accesible ese trabajo en todos los idiomas del bloque y eliminar incentivos económicos para difundir desinformación por sus servicios. Pero la primera de esas condiciones nunca han formado parte de las actividades de Google, que de momento se atiene a su voluntariedad.

En todo caso no está claro cuáles de esas medidas se convertirán en obligatorias bajo la DSA ni cuándo entrarían en vigor. La última actualización al respecto ofrecida por la Comisión Europea data de noviembre del año pasado y señalaba que eso sucedería en enero de 2025 «como muy pronto».