Martin Sorrell, ex CEO de WPP.

Guerra sucia contra Martin Sorrell días después de anunciar su vuelta a la publicidad

| 12 JUNIO 2018 | ACTUALIZADO: 13 JUNIO 2018 8:54

Martin Sorrell presentó su dimisión a mediados del pasado mes de abril después de que la empresa que fundó –WPP– iniciara una investigación contra él por presunta malversación de fondos y conductas personales inapropiadas.

En aquel momento, la empresa publicitaria más grande del mundo se negó a detallar los motivos de la investigación. Alegó que a Sorrell le amparaba la protección de datos para no desvelar más información sobre el caso.

Un mes y medio después de su salida, el directivo británico anunció su vuelta a la industria publicitaria. Lo haría tomando el control de la firma cotizada Derriston Capital, que, a continuación, cambiará de nombre a S4 Capital, empresa que utilizará para adquirir agencias de publicidad y marketing.

Entre las empresas que se ha especulado que podría comprar estaría Kantar, una de las múltiples compañías pertenecientes a WPP. Es más, entre varios accionistas del holding británico ha cundido el pánico por la vuelta de Sorrell a la industria publicitaria, por el daño que ello podría infringir a su antigua empresa, pese a que el directivo ha confirmado que no competirá con ella. Tampoco entienden que Sorrell se haya ido sin una cláusula de no competencia -habitual en el sector- o que mantenga sus incentivos económicos hasta 2022, que podrían llegar a los 25 millones de dólares.

Filtraciones en Wall Street Journal y Financial Times

Menos de dos semanas del anuncio de su vuelta -y a tres días de la Junta de Accionistas de WPP-, la guerra sucia contra Sorrell ha comenzado, a través de los dos periódicos económicos más influyentes del mundo.

The Wall Street Journal publicó el pasado sábado que la investigación contra Sorrell -y su posterior salida- se produjo porque el directivo británico habría utilizado fondos de la empresa para contratar a una prostituta. Fuentes próximas a Sorrell desmienten este episodio, aunque no niegan que la investigación de WPP tratara sobre ese asunto. Achacan la denuncia a un ex empleado descontento.

La polémica continuó ayer con la publicación de un extenso reportaje en Financial Times, titulado «La caída de Martin Sorrell: por qué el rey publicitario dejó WPP».

En esta pieza periodística se desgrana el comportamiento arrogante -en ocasiones insultante- de Sorrell hacia sus colaboradores, así como la utilización de fondos de la empresa para gastos personales y también detalla el episodio con la prostituta.

La investigación de WPP contra Sorrell que acabó con la salida del directivo podría deberse a la contratación de una prostituta con fondos de la empresa.

Según FT, la caída de Sorrell comenzó cuando decidió despedir a su chófer, que llevaba trabajando más de 15 años en la empresa y era muy querido por la plantilla de WPP. Según parece, el conductor se negó a hacer un servicio a las siete de la mañana, después de que cinco horas antes hubiera recogido a la mujer de Sorrell de un restaurante y la hubiera llevado a su casa. El chófer adujo que no estaba en condiciones de conducir después de apenas haber dormido. Argumento que no le importó a Sorrell. Le despidió sin más.

A partir de ahí, dos directivos de la empresa británica decidieron denunciar el encuentro de Sorrell con una prostituta, hecho del que fueron testigos.

Y lo hicieron hastiados por el comportamiento -en ocasiones insultante- de Sorrell hacia sus empleados. FT, que ha hablado con 25 empleados de WPP, explica en el reportaje cómo el ex CEO del holding británico requería de sus asistentes ejecutivos (tres en Londres y otros tres en Nueva York) 24 horas de trabajo al día en condiciones realmente complicadas. «Fue brutal e inhumano la forma en que lidió con sus asistentes», dijo un ex ejecutivo en declaraciones a FT. «Él decía ‘eres un idiota, qué te pasa’. . . Tenía un lado realmente oscuro «. Era tal el trato que la rotación entre los asistentes de Sorrell era enorme, pese a que el sueldo superaba las 80.000 libras. No duraban más de 18 meses.

Además del trato con sus empleados, la cabecera británica da cuenta del enorme presupuesto del que Sorrell disponía para viajes -muchos de ellos, con su mujer- en los que era muy difícil discernir si eran de carácter personal o profesional. En 2015, esta partida ascendió a las 453.000 libras. Hay que tener en cuenta que Sorrell ese año recibió una remuneración de 70 millones de libras, una suma que provocó una rebelión entre los accionistas, escandalizados por el sueldo del máximo dirigente de la empresa. A pesar de ello, era habitual que el directivo solicitara dinero a la empresa para sus gastos corrientes, que no siempre justificaba.