Maurice acaba con los estereotipos

| 12 ENERO 2016

La despedida del año por parte del presidente de Publicis Groupe, Maurice Lévy, es sencillamente brutal. Me refiero al divertido spot que protagonizó el mes pasado esta persona y que se convirtió en viral en poco tiempo. En el mensaje de Navidad, Lévy repasa con humor los hitos de la compañía mientras él mismo protagoniza anuncios de productos varios como yogures, champú o un detergente. Ver anuncio:


Algunos colegas seguro que le han tachado de payasete o quizá hayan pensado que ellos nunca harían tal ridículo. Conozco a buena parte de los CEOs y presidentes de la publicidad española y todavía no he visto a ninguno/a acercarse siquiera a la valentía de Lévy. Más que valentía u osadía le llamaría talento en estado puro.

Recuerdo que el spot (no es otra cosa) me lo enseñó un buen amigo mientras almorzábamos. Cuando me lo enseñó ambos estallamos en una enorme carcajada al tiempo que éramos conscientes de que estábamos ante un hit creativo. Pero es que ni siquiera recuerdo haber visto algo igual de potente con directores creativos como protas de promos en festivales o en lo que sea. Nada.

Tiene mucho mérito este alto ejecutivo francés, que rompe con el cliché de que todos los galos son antipáticos por naturaleza. Pues ya me gustaría a mí que alguno de nuestros “capos” fuera capaz siquiera de hacer algo similar. Ni de coña. No me imagino a Miguel Ángel Furones (presidente de Publicis España) con una espectacular peluca de mujer moviendo su melena al viento, no.

Este Maurice es listo y con esta “big idea” ha logrado vender su compañía como nadie. Ha hecho posiblemente mucho más con esta acción que con todas las autopromos que hasta la fecha han hecho las diferentes oficinas del mundo de esta agencia.

Con esta acción, el gran Lévy ha ganado muchos “followers” en un sector donde la envidia es habitual moneda de cambio. Este tipo ha demostrado que la seriedad, la imagen de representación de un alto cargo y el ingenio no sólo no se estorban si no que son compatibles. ¿O acaso no se dedica a vender marcas? Pues esa es la cuestión, colegas. Y no otra.