2016 supuso el peor año publicitario para las autonómicas
La situación de las televisiones autonómicas se complica a cada día, mes o año que pasa. O más bien, a cada nuevo informe que se conoce. Primero fueron, al comienzo de la crisis, los recortes en las asignaciones presupuestarias que reciben de la administración regional de turno, y luego, cosidos a ésta, las acusaciones de manipulación informativa y los picos de audiencia registrados en los últimos meses; donde destaca un mínimo histórico del 6,8% en su conjunto el pasado agosto. Y ahora además los datos que certifican 2016 como su peor año publicitario.
A día de hoy sólo hay una tendencia en el sector de los medios tan complicada de corregir como el freno de la caída del papel, y es cuadrar las cuentas de las cadenas autonómicas. La mayoría de ellas integradas en la Federación de Organismo o Entidades de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA
Se abren dos vías para la posible consecución de este objetivo: aumentar significativamente la subvención que reciben, lo que supondría un mayor coste al contribuyente, o rascar más ingresos publicitarios en un mercado polarizado por los dos principales grupos de televisión privada, Atresmedia y Mediaset.
Hay una tercera alternativa, más impopular y con un mayor coste político, que es el adelgazamiento en sus costes fijos, muchos más elevados que los del sector privado.
De acuerdo con Infoadex, las cadenas autonómicas sólo recibieron un 5% de la publicidad que se invirtió el año pasado en televisión.
Ante la imposibilidad de plantear en los tiempos que corren la primera y tercera opción, queda la segunda. No obstante, la situación de duopolio que rige el actual mercado audiovisual, donde Atresmedia y Mediaset se embolsan ocho de cada diez euros que se invierten en publicidad, resigna a las teles autonómicas a conformarse con las migajas.
Según se desprende de los datos facilitados por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), el sector audiovisual alcanzó los 1.274,28 millones de euros de facturación en los primeros nueves meses de 2016, sin contar las subvenciones que percibieron las radios y televisiones. De este volumen total, las televisiones públicas sólo ingresaron 78,48 millones de euros. Es decir, poco más que un resto del 6%.
Es el peor dato en todo el registro histórico de la CNMC, aun cuando todavía faltan por conocerse los correspondientes al cuarto trimestre. Si se utiliza la fuente de Infoadex, la conclusión es la misma e incluso la reafirma, toda vez asigna un gasto de 126,9 millones de euros en las autonómicas de un total de 2.121,9 millones en 2016.
Teniendo en cuenta que los ingresos publicitarios representan la mayor aportación al negocio audiovisual, esta contracción sólo se ve compensada por otras vías de ingresos, puesto que las tasas a los operadores privados y la aportación directa de la Administración apenas varió durante el pasado ejercicio.
La escasez publicitaria lleva a una mayor dependencia de las asignaciones presupuestarias, que de acuerdo con los datos proporcionados por la CNMC ascendió hasta los 459,43 millones de euros en el tercer trimestre de 2016, la mayor aportación desde 2013. Como es lógico, parte de este aumento se explica en el cambio de la ley de financiación que vivió RTVE en 2008, durante el Gobierno de Zapatero.