Juan Luis Cebrián, presidente de Prisa.

El acuerdo de Google con los editores ya se hace notar: Cebrián renuncia al canon AEDE

| 7 JULIO 2015 | ACTUALIZADO: 12 JULIO 2023 11:21

Juan Luis Cebrián, presidente de Prisa, desveló ayer en los Cursos de Verano de El Escorial que el grupo de comunicación que él dirige no cobrará la tasa recogida en la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) que los agregadores de noticias tipo Google o Menéame deberán abonar a los editores de prensa cuando enlacen a sus noticias.

Cebrián ahora no está de acuerdo en que esa tasa sea irrenunciable para los editores, tal y como reconoce la LPI. Por contra, el directivo cree que el conocido como «canon AEDE» debería ser de cobro opcional, como ocurre en Alemania. Puso como ejemplo a Axel Springer, que decidió cobrar la tasa y “perdió el 80% del tráfico”, por lo que tuvo renunciar a ella.

Estas declaraciones son un misil contra la línea de flotación de AEDE, la asociación de editores españoles; que llevan haciendo durante muchos meses lobby a favor de recibir una remuneración de los agregadores por la reutilización de sus contenidos. De hecho, Cebrián reconoció ayer que la asociación está «muy dividida» en torno al cobro del canon, ya que unos están a favor y otros en contra.

Las declaraciones de Juan Luis Cebrián se producen tan solo tres meses después de que Google lanzara Digital News Initiative (DNI), una alianza creada para ofrecer «apoyo al periodismo de alta calidad en Europa a través de la tecnología y la innovación». Gracias a esta iniciativa, Google financiará con con 150 millones de euros la innovación en los editores de prensa.

Entre los editores españoles que forman parte de esta alianza están, además de El País; Unidad Editorial, Vocento, Grupo Godó, Grupo 20minutos y El Confidencial.

Esos 150 millones de euros podrían buscar terminar con la eterna polémica entre editores y Google por la remuneración en concepto de derechos de autor. Y parece que ya lo está consiguiendo.

No es la primera vez que Google firma la paz con los editores a cambio de dinero para evitar litigios por la propiedad intelectual. Fue el caso de Francia, donde el buscador acordó pagar 60 millones de euros a los editores en concepto de «fondo de ayuda a la transición digital»; o en Bélgica, país en el que Google se comprometió a aumentar los ingresos de los editores colaborando a la hora de ofrecer contenidos por medio de un modelo de pago o suscripciones o plataformas de publicidad en línea de Google como AdSense o AdExchange.