Suicidios

El Gobierno insta a los medios a romper el silencio informativo ante suicidios

| 3 MARZO 2023 | ACTUALIZADO: 6 MARZO 2023 9:14

El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2018 se quitaron la vida 3.539 personas, el doble que fallecidos en accidentes de tráfico. Un problema social que los periodistas tradicionalmente han optado por omitir en sus informaciones, cumpliendo con libros de estilo y decálogos de sus medios, que argumentaban que la difusión de noticias sobre suicidio podían provocar un “efecto llamada”. Un criterio hoy cuestionado.

El Ministerio de Sanidad ha emitido un informe en colaboración con organizaciones de periodistas —como FAPE, Federación de Sindicatos de Periodistas o la red de colegios profesionales de periodistas— y profesionales de la salud con recomendaciones para el tratamiento del suicidio por los medios de comunicación. Pautas encaminadas a romper el silencio informativo sobre esta cuestión —todavía tabú— para informar a los ciudadanos sobre recursos disponibles que ayuden a cumplir objetivos de prevención.

El País, El Mundo o RTVE recomendaban informar de suicidios cuando se tratara de famosos o supusieran un hecho de interés general.

Hasta ahora, libros de estilo como el de El País o El Mundo recomendaban informar sobre suicidios cuando se tratara de personas de relevancia o supusieran un hecho de interés general. El de RTVE —el más extenso y detallado en este asunto— añade que debían evitarse tanto en informativos como en espacios de ficción, y más aún, “cuando sus protagonistas sean niños o adolescentes”.

Ahora, el Gobierno insta a los periodistas a ofrecer una comunicación responsable en esta cuestión para alcanzar el denominado efecto Papageno, efecto preventivo que esta puede conseguir sobre la conducta suicida. El profesor y director de la unidad de Investigación del Suicidio y Promoción de la Salud Mental en la Universidad Médica de Viena, Thomas Niederkrotenthaler, defiende que “el impacto de la información sobre el suicidio no puede limitarse a los efectos nocivos, ya que la cobertura de afrontamiento positivo en circunstancias adversas puede tener efectos protectores”.

El manual de comunicación de suicidios recomienda a los periodistas “sensibilizar y mejorar la información a la población general a través de acciones de concienciación promovidas por instituciones públicas, medios de comunicación y entidades sociales dedicadas a la causa”, “combatir mitos con el fin de eliminar las creencias equivocadas en torno al suicidio”, “contar con testimonios en primera persona que hayan pasado por esta situación con el fin de sensibilizar de un modo más eficaz sobre esta problemática” u “ofrecer toda la información de servicio y mecanismos para prevenir el suicidio”.

Qué no hacer

Por el contrario, aconseja no emplear en el titular el término “suicidio”, ni concretar el método o lugar; no publicar fotografías ni vídeos de la persona fallecida, método empleado o de notas suicidas; evitar situar la noticia en un espacio destacado; no glorificar a la persona que se ha suicidado; no presentar la muerte por suicidio como algo normal o rehuir identificarlo como un “problema de salud mental como causa única directa del comportamiento de la persona para evitar una doble estigmatización”.

El documento recomienda evitar términos como “intento de suicidio exitoso”, “intento de suicidio frustrado”, “persona propensa al suicidio” y optar por expresiones como “intento de suicidio”, “quitarse la vida”, “muerte por suicidio” o “persona con riesgo se suicidio”. Además, en casos de violencia de género, propone hablar de “homicidio” cuando el presunto autor se ha quitado la vida.