El nuevo Gobierno de Reino Unido se compromete a mantener el canon de la BBC
La victoria de los laboristas en las recientes elecciones generales británicas puede suponer un punto de inflexión para la radiotelevisión pública.
El nuevo primer ministro Keir Starmer ha asegurado que «estamos comprometidos en nuestro manifiesto con BBC y el sistema de licencias», lo que ofrece el primer mensaje positivo para la financiación de la corporación en los últimos 14 años con mandatos conservadores.
Durante ese periodo los sucesivos ajustes y congelaciones del canon que pagan los británicos con aparatos de televisión han reducido en términos reales el presupuesto de BBC en un 30%, según aseguró su director general Tim Davie en marzo. Y, de hecho, lo previsto por la entonces secretaria de Estado de Digital, Cultura, Medios y Deportes, Nadine Dorries, en 2022 era la eliminación total de ese modelo cuando concluyera el ciclo actual, en 2027.
Ese escenario de incertidumbre y recortes explica en gran parte el crecimiento del déficit en un 40% que preveía en marzo para el año fiscal que comenzaba el 1 de abril y finalizará el 31 de marzo de 2025.
Esas pérdidas de cerca de 500 millones de libras vendrían de la mano de un «presupuesto transformativo» que contempla «inversiones significativas» en su brazo de producción y distribución global BBC Studios.
El cambio de ciclo político podría ofrecer más tiempo a la radiotelevisión pública a reducir su exposición a la tasa.
El objetivo planteado entonces era que el crecimiento de los ingresos de esa división redujera la dependencia de la tasa pública en los siguientes años, hasta el punto de que en el ejercicio 2027/2028 duplicara los ingresos comerciales registrados en el 2021/2022. En el año fiscal 2022/2023 BBC Studios había superado por primera vez los 2.000 millones de libras en facturación.
Con el mensaje de Starmer queda por ver si la corporación dispondrá de más tiempo para completar esa transformación de sus finanzas, en las que igualmente lo previsible es que tengan impacto positivo eventuales acuerdos de licencia de contenidos para empresas de inteligencia artificial. Y tampoco está claro si su nuevo Gobierno promoverá la llegada de suscripciones y publicidad, opciones que están sobre la mesa en el debate recurrente sobre cómo garantizar el sostenimiento de BBC.