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El Gobierno británico fija en 2027 el final del canon que financia BBC y lo congela hasta 2024

| 17 ENERO 2022 | ACTUALIZADO: 17 ENERO 2022 13:44

La radiotelevisión pública británica afronta un escenario incierto en los próximos cinco años. Ese es el plazo que tiene para meditar un nuevo modelo de financiación, ya que el Gobierno de Boris Johnson ha decidido que en 2027 dejará de cobrar el canon por uso que ha apuntalado históricamente el esquema actual. Las opciones sobre la mesa son variadas e incluyen una privatización parcial, inyección directa de fondos desde presupuestos estatales o la reconversión en un servicio de streaming de pago.

El último quinquenio con este modelo, que arranca en abril de este año y finaliza en diciembre de 2027, será complicado para la corporación porque el canon permanecerá congelado hasta 2024. Eso supone que en 2022 y 2023 se mantendrá el pago de 159 libras anuales con la perspectiva de una ligera subida de cara a los años restantes, lo que obligará a BBC a ejecutar más ajustes en su programación por el efecto de la inflación.

Privatización parcial, inyección directa de fondos desde presupuestos estatales o reconversión en streaming de pago son opciones sobre la mesa.

El pago por uso genera para la radiotelevisión pública en torno a 3.200 millones de libras anuales, casi tres cuartas partes de su presupuesto, pero los precios acumulan una subida del 5,1% en Reino Unido. Eso significa que solo para mantener el nivel de capacidad de gasto real BBC tendría que aumentar en 167 millones el total de lo que ingresa por esa vía. Todo ello sin tener en cuenta que la competencia de plataformas de streaming como Netflix encarece los recursos de producción de contenidos o la compra de derechos.

El final del canon va en línea con las críticas vertidas durante años desde el Partido Conservador, que gobierna el país desde 2010. Sucesivos secretarios de Cultura, el área del que depende BBC, han elevado el tono contra su incapacidad de gastar menos en un contexto de caída de ingresos y un presunto sesgo progresista que habría sido especialmente notable durante la campaña del Brexit. De ahí la imposición de auditores externos para garantizar la imparcialidad de todos sus contenidos y el endurecimiento de la normativa de comportamiento en redes sociales para sus trabajadores.

Y además coincide con la difícil situación de Boris Johnson, que se ha visto muy expuesto a la opinión pública por la revelación de que se celebraron fiestas en su residencia oficial mientras los británicos estaban confinados en sus casas por decisión suya. El futuro del primer ministro es incierto, especialmente teniendo en cuenta que en mayo hay elecciones locales en Inglaterra, Escocia y Gales. Algunos analistas consideran que intenta comprometer a su favor la independencia editorial de BBC abocándola a depender de fondos controlados por el Gobierno con el final del canon.

En todo caso, antiguos directivos de la casa han coincidido en los últimos tiempos en que es necesario repensar el sistema de financiación debido a factores como la nueva realidad de consumo y su impacto en el relevo generacional de espectadores y oyentes. BBC fue con holgura la fuente informativa más fiable para los británicos durante el periodo más duro de la pandemia, según los datos recogidos por el Instituto Reuters y el gran repunte de consumo que apunta su última memoria anual.