Los medios públicos se resignan a recibir el 5% de toda la publicidad televisiva

| 4 NOVIEMBRE 2016 | ACTUALIZADO: 4 NOVIEMBRE 2016 0:51

Cada año las radios y televisiones públicas envían al Estado y a las comunidades autónomas una factura más elevada que el anterior. Lo habitual es que estos medios se encuentren al final del ejercicio con la cuenta de resultados en números rojos y cuando alguno logra cuadrarla, es gracias a una economía de ajustes y recortes. Y es que una de las principales dificultades que acompaña su gestión es el problema de la financiación, basada principalmente en las subvenciones, lo que supone un mayor coste para el contribuyente.

Según se desprende de los datos facilitados por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), el sector audiovisual alcanzó los 1.140,9 millones de euros de facturación en el primer trimestre de 2016, sin contar las subvenciones que percibieron las radios y televisiones. Este volumen de negocio ha supuesto un crecimiento del 13,7% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Los ingresos publicitarios, que incluyen anuncios convencionales, patrocinios, televenta, telepromoción y emplazamiento de producto; continúan representando la mayor aportación al negocio audiovisual. Sumaron un total de 498,20 millones de euros, de los cuales 420,78 proceden de la televisión y 77,42 de la radio. Ello significa una subida interanual del 19% para la televisión y una caída del 2% para la radio.

Los ingresos por publicidad han caído un 11% desde el primer trimestre de 2012, donde facturaban 36,10 millones de euros

Las televisiones privadas concentraron el 94% de la facturación publicitaria, es decir, 395,69 millones de euros. Un dato que reafirma el dominio ejercido por Atresmedia y Telecinco, que acaparan en sus manos el 86,4% de la cuota del mercado publicitario en el medio. Las televisiones públicas, por su parte, vuelven a perder peso representativo en el sector al obtener únicamente 25,09 millones de euros, el restante 6%. Cuatro millones menos que en el mismo periodo de 2015, cuando ingresaron 29,15 millones de euros.

De esta forma, el informe de la CNMC pone negro sobre blanco la dependencia cada vez mayor que tienen las cadenas públicas de las asignaciones presupuestarias. Pero el desequilibrio entre medios públicos y privados es todavía mayor en radio, toda vez que las emisoras comerciales se llevaron 74,28 millones de euros. O lo que es lo mismo, el 95% de la publicidad contratada entre enero y marzo de este año. Esto llevó a las radios de gestión públicas a conformarse con 3,15 millones de euros, cuando en 2015 recibieron 3,45 millones.

Esta contracción en los ingresos publicitarios se ve compensada con un aumento en el riego de la subvención para poder sostener a los medios públicos. Mientras que la publicidad ha caído un 11% desde el primer trimestre de 2012 (donde facturaban 36,10 millones de euros) las tasas a los operadores privados y la aportación directa de la Administración se ha mantenido prácticamente inalteradas.

No obstante, si se toman como referencia los datos de 2005 que proporciona la CNMC, se desprende que las subvenciones a las radios y televisiones públicas se ha quintuplicado. En estos doce años esta partida ha pasado de los  78,15 millones de euros a los 402,21 millones actuales. Buena parte de este incremento se debe a la introducción del nuevo modelo de financiación de RTVE, el cual supuso abandonar la publicidad.

El empuje de la televisión de pago

El crecimiento registrado en el sector audiovisual durante los primeros meses del año estuvo impulsado por la publicidad y por el aumento en el parque de abonados a la televisión de pago. De hecho, el número de usuarios suscritos a plataformas de pago marcó un nuevo máximo histórico al situarse por encima de los 5,7 millones.

En este sentido, Movistar fue el operador que más creció, si bien es cierto que todos lo hicieron. En concreto, la plataforma de Telefónica aumentó un 76% su cifra de abonados, hasta un total de 3,7 millones, gracias a la integración de los accesos derivados de Digital+. A este aumento también ha contribuido su apuesta por ofertas de contenidos que, la mayoría de las veces, han estado acompañadas por progresivas subidas en los precios de las tarifas. Sin embargo, con los meses esta política de encarecimiento ha provocado que numerosos clientes se hayan dado de baja en las últimas semanas.