Netflix quiere ser evaluada por sus ingresos y no por el número de suscriptores
La evolución de la base de clientes de Netflix ya no debería ser la métrica fundamental que defina la marcha de la empresa ante los inversores. Así lo sostiene la compañía en sus últimos resultados y en ese contexto ha anunciado que dejará de incluir en ellos proyecciones de nuevos suscriptores para el siguiente periodo. Su intención es consolidar la facturación como la cifra clave a la que todos deberían prestar atención porque reflejará mejor su realidad a partir de 2023 con la introducción de una versión con publicidad y otras vías de negocio incipientes.
Spencer Wang, vicepresidente financiero de Netflix, explicó en esa presentación que con la nueva modalidad con anuncios la variedad de precios es tan amplia que el impacto de cada uno de sus clientes puede ser muy diferente, de manera que no tiene sentido poner a todos en pie de igualdad. Al incorporarla la compañía ofrece cuatro esquemas (Básico con anuncios, Básico, Estándar y Premium) que en EEUU abarcan desde los 6,99 dólares mensuales del primero hasta los 19,99 del último. Y además hay una quinta opción que la empresa pondrá próximamente en marcha, la de las cuentas compartidas en las que quien consume fuera del hogar de referencia podrá acceder a un pago más reducido para tener un perfil propio.
La compañía quiere desplazar a las finanzas la atención de los inversores en un contexto de bajo crecimiento y tras dos trimestres de pérdida de usuarios.
Analistas del sector consideran que el movimiento sí se corresponde en parte con que la estructura de ingresos se hace más compleja al añadir facturación comercial y otras posibilidades, pero apuntan igualmente que parece poco probable volver a ver próximamente grandes cifras de incremento de usuarios para Netflix como las que ha presentado durante años, especialmente tras dos trimestres en negativo. Y por tanto a la empresa le conviene desplazar el foco hacia las finanzas para evitar ser penalizada de forma recurrente en bolsa al ofrecer previsiones de nuevos clientes que queden por debajo de lo planteado por los actores del mercado.
Esa situación es muy similar a la que ya vivió Twitter durante años. La plataforma era castigada habitualmente en bolsa pese a haber presentado beneficios tras haber perdido dinero durante la mayor parte de su trayectoria debido a que el incremento de la cifra de usuarios era muy bajo. En el caso del streaming en general se está produciendo un cambio de perspectiva desde el crecimiento hacia la rentabilidad, algo que favorece a Netflix en la medida en que es la única plataforma que está en beneficios, con Disney+ y HBO Max trabajando a marchas forzadas para ser rentables en 2024.
