RBA Revistas acumula costes por 2,8M€ en su reestructuración de personal

| 23 NOVIEMBRE 2018 | ACTUALIZADO: 26 NOVIEMBRE 2018 10:18

La crisis endémica de la prensa escrita se está cebando especialmente con las revistas de consumo. La caída en desgracia de estas publicaciones -en su negocio y consumo- ha empujado a títulos tan emblemáticos como Interviú, AR o GEO a la desaparición.Frente a estas decisiones tan extremas, otras editoras están capeando el temporal por medio de fuertes ajustes.

Es el caso de RBA, editora de las cabeceras de National Geographic, Lecturas, El Jueves o Semana, entre otras; viene llevando a cabo un repliegue en su plantilla desde el 2015 de forma continuada. Según información remitida al Registro Mercantil, en estos tres últimos años se ha producido la salida de cerca de cincuenta trabajadores en la empresa, que al cierre del pasado ejercicio empleaba 241 personas.

El grupo de revistas se vio obligado a acometer estos despidos para redimensionar su plantilla a las necesidades del mercado actual. Sobre todo tras haber reducido su cifra de negocio a menos de la mitad desde 2008. En este tiempo ha pasado de facturar 139 millones de euros a 70 millones.

Como respuesta a esta realidad disruptiva, los responsables de Lecturas o National Geographic optaron por abrir un proceso de reestructuración que revisan de forma anual. El goteo empezó con una decena de bajas el primer año (2015) y continuó con cinco el segundo (2016) y algo más de treinta el tercero (2017).

Desde 2015 se ha producido la salida de más de 50 profesionales en el grupo editorial

De acuerdo con los últimos informes económicos, RBA Revistas afrontó costes por esta reestructuración de 1,1 millones de euros en 2015, 1,4 millones en 2016 y 357.609 euros en 2017. En suma, acumula algo más de 2,8 millones de euros.

Lo curioso de este ajuste es que no responde a razones económicas. Es cierto que su nivel de facturación ha ido menguando con los años, pero la caída es cada vez más templada. En este sentido, en 2017 registró un retroceso del 1,5%, propiciado por una peor evolución del mercado internacional.

No obstante, sus gastos han aumentado en los últimos años. Por un lado, el coste de las indemnizaciones ha disparado los costes de personal de los 10,5 a 16 millones desde 2015. Por otro, los costes de explotación se han incrementado un 12% en este periodo, hasta llegar a los 19,7 millones de euros en 2017.

En cambio, no se ha visto resentido el color de su resultado, puesto que el año pasado arrojó unos números negros de 4,6 millones de euros. Si bien este beneficio es sensiblemente inferior al del 2016, cuando ganó 4,8 millones de euros, es superior al de ejercicios anteriores.