The New York Times factura más por lectores de pago digitales que por suscriptores a su versión impresa por primera vez

| 8 NOVIEMBRE 2020 | ACTUALIZADO: 10 NOVIEMBRE 2020 9:03

Nuevo hito para las cuentas de The New York Times. Si en el segundo trimestre por primera vez facturó más por su versión digital que por la impresa, en el tercero acaba de declarar que sus suscriptores digitales ya generan más ingresos que los del periódico de papel. Estos dos puntos de inflexión muestran cómo la crisis del coronavirus ha acelerado la tendencia preexistente de cambio de modelo, con la caída de planificación publicitaria, el descenso de circulación del papel y el enorme repunta de lectores de pago en internet.

En concreto estos últimos ya totalizan más de seis de los siete millones de suscriptores que tiene el periódico. 4,7 de ellos pagan por el acceso digital a la información, aproximadamente otro millón y medio lo hace por recetas o crucigramas y 831.000 mantienen su suscripción al papel. El aumento de facturación de altas digitales de hasta un 34% hizo que The New York Times cerrara el trimestre con 155,3 millones de dólares asociados a esa partida, mientras que la caída del 3,8% en ingresos por lectores de pago del papel dejó su cifra de negocio en 145,7 millones. Eso significa que cada suscriptor de papel generó un promedio de 175 dólares en esos tres meses, mientras que un lector digital tipo supuso unos 25 dólares.

Esas cifras hacen cada vez más asequible el objetivo de 10 millones de suscriptores en 2025 y aportan estabilidad para afrontar el declive publicitario prolongado que la cabecera volvió a consignar sin mejor proyección para el futuro inmediato. Esos ingresos cayeron un 30%, hasta 79,3 millones, con especial incidencia en la versión impresa del diario. La publicidad digital retrocedió un 12,6%, hasta dejar la cifra de facturación en 47,8 millones. De cara al siguiente trimestre la previsión se mantiene en una caída general de otro 30%, con un 15% específicamente para la planificación digital.

El periódico está trabajando en varias iniciativas para intentar recuperar facturación comercial en base a la potencia de su marca y el conocimiento de sus lectores, como un programa para ayudar a anunciantes a publicitarse en ciclos informativos delicados o el fin anunciado de las cookies de terceros. Pero la perspectiva es que las suscripciones digitales sigan consolidándose como el principal soporte del diario, bajo la predicción de la nueva consejera delegada de que habrá 100 millones de lectores de pago en medios de habla inglesa en 2030 y el futuro incierto de la edición impresa, a la que su predecesor daba unos 20 años de vida.