La industria de las Relaciones Públicas supera los 20.000 M gracias a la pujanza de las firmas medianas
La industria de las Relaciones Públicas goza de buena salud en todo el mundo. El pasado ejercicio, este sector alcanzó una facturación conjunta superior a los 20.000 millones de dólares, de acuerdo con las estimaciones de la publicación especializada Provoke. Supone un crecimiento a doble dígito respecto a 2021, cuando el mercado alcanzó una dimensión de 18.000 millones.
Para llegar a estas estimaciones, Provoke recopila cada año la facturación de las 250 firmas de Relaciones Públicas más potentes del mercado global. Todas ellas han reportado una facturación conjunta de 17.100 millones de dólares, lo que representa un crecimiento interanual a tasa de cambio constante del 9,1%. El resto hasta llegar a los 20.000 millones lo conforman agencias de tamaño más pequeño que no reportan sus resultados a Provoke.
De este modo, la industria de las Relaciones Públicas está viviendo un apogeo desde hace dos años, con grandes crecimientos (+11% en 2021 y +9% en 2022), tras caer 4% en 2020 a causa de la pandemia. Este auge se debe, en parte, a la integración de cada vez más servicios por parte de las consultoras de comunicación (marketing digital, creatividad, asuntos públicos…) o el interés de los clientes por comunicar su propósito y valores como la sostenibilidad o la igualdad.
Fundamentalmente, está contribuyendo al crecimiento del sector las firmas de tamaño mediano -con una facturación entre 50 y 250 millones-, cuyo negocio se ha disparado un 18% en 2022. En este aspecto, las consultoras independientes cada vez tienen más peso en el sector, al acaparar un 60% de la facturación y superar los 10.000 millones por primera vez. Este tipo de agencias crecieron un 16%, frente al 8,4% que reportaron las compañías pertenecientes a un holding cotizado en Bolsa, como WPP, Omnicom o IPG.
Las consultoras independientes crecieron un 16% el año pasado, frente al 8,4% de las filiales de holdings cotizados.
En este grupo de agencias medianas e independientes se encuadra LLYC, que tuvo el año pasado una facturación en dólares de 77,8 millones, un 36% más. Es el crecimiento más alto de todas las firmas españolas, que le ha permitido además escalar hasta la posición 40 del ranking mundial de Provoke (el año pasado ocupó la 42º). La consultora de José Antonio Llorente también figura en el top40 de otro de los ranking de referencia del sector: el de PRWeek, donde es 39º.
Otra de las firmas españolas que aparece en la tabla de Provoke es ATREVIA, con 38 millones de dólares facturados, un 29% más; lo que le permite estar en la posición 83º del ranking ( 88º en 2021). Más abajo figura MARCO, que reportó una facturación de 16,2 de dólares en 2022, un 17% más. Pese a este gran aumento, su posición en la clasificación baja cuatro puestos, hasta el 151º. Cerca se sitúa APPLE TREE (165º), con un crecimiento del 25%, hasta los 13,2 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que hay firmas españolas importantes que no figuran en el Top250, pero que sí podrían hacerlo por nivel de facturación, caso de Roman o Estudio de Comunicación.
Aunque de origen sueco pero con una presencia muy relevante en España, Kreab aparece en el puesto 75º, con 42,8 millones de dólares facturados a nivel global, un 1,5% más.
Edelman supera los 1.000 millones
Un año más, el ranking de las 250 consultoras de Relaciones Públicas más grandes del mundo por facturación está encabezada por la independiente Edelman, que superó los 1.000 millones de dólares el año pasado, tras aumentar un 9,6% el pasado ejercicio.
El resto del pódium la ocupan filiales de grandes grupos cotizados: Weber Shandwick es segunda, con 920.000 millones (+7%); y tercera es BCW, con 840.000 millones (+8,8%).
De las diez primeras consultoras del ranking, seis son de Estados Unidos. La primera originaria fuera de ese país es la japonesa Vector (7º), y la británica Brunswick (8º) encabeza la clasificación de las firmas europeas. Precisamente, Europa es uno de los motores de crecimiento de la industria, con un avance conjunto del 28%, frente al 11% de Estados Unidos.
