Twitter busca un ‘lobista’ en España
Twitter quiere ampliar su radio de acción en España. El hecho de desviar a Irlanda la mayoría del negocio que genera en nuestro país para limitar a 5,3 millones de euros su facturación en suelo español durante el año pasado y, de esa forma, tributar mucho menos, no parece representar suficiente ventaja para la compañía estadounidense. Tampoco es de su agrado las cargas que a diario emprende parte de su audiencia contra otros usuarios.
Por esta razón, la filial española de la conocida red social ha comenzado a sondear el mercado laboral en busca de un Public Policy Manager. Las tareas de este puesto, tan poco usual en nuestro país, se centran en cuestiones de política pública, enfocadas desde el punto de vista de una tecnológica.
«Estas cuestiones abarcan desde la libertad de expresión, la seguridad en línea, la propiedad intelectual, los derechos de autor, la privacidad y la libertad de Internet», reza un anuncio publicado por Twitter en Linkedin.
En otras palabras, la compañía está a la caza de un ‘lobista’ que se encargue de enseñar el papel que ejerce la tecnológica ante el Gobierno, resaltando especialmente su contribución a la participación cívica. En el futuro Public Policy Manager deberá trabajar en su día a día con funcionarios gubernamentales, agencias y candidatos, «para identificar y defender las mejores prácticas para usar Twitter en el discurso cívico» y, a su vez, «integrar Twitter en los servicios gubernamentales», expone el mencionado anuncio.
La labor del profesional que busca la red social consistirá en «integrar Twitter en los servicios gubernamentales».
Asimismo, las acciones dirigidas a mejorar la imagen de la marca implican responsabilidades como monitorear las cuestiones de política consideradas de importancia para la audiencia de la red social, incluyendo aquellas relacionadas con los poderes legislativo y ejecutivo.
En este sentido, la persona encargada de asumir este rol proporcionará apoyo de primera línea en asuntos relacionados con la compañía, ayudará en la preparación de materiales dirigidos a reguladores y legisladores; y se reunirá con representantes claves del gobierno para ayudarles a entender la naturaleza de la empresa y «avanzar políticas beneficiosas para Twitter y nuestros usuarios», enumera la red social entre otras funciones.
Para optar a este puesto tan destacado se requiere un título universitario -no demanda ninguna especialización concreta-, un dominio evidente del inglés y el español, cierta experiencia previa aunque desmostrable en el mundo de la política, gobierno o política pública; y habilidades comunicativas y tecnológicas. Todo ello, combinado «con una pasión por el poder de las comunicaciones para cambiar el mundo para mejor», remacha el anuncio.
