La CEO de X anticipa que será rentable a principios de 2024

La antigua Twitter está en rumbo hacia alcanzar la rentabilidad en los primeros meses del año que viene. Al menos eso es lo que sostuvo su consejera delegada Linda Yaccarino en la Code Conference, un evento en el que además apuntó que el 90% de los 100 mayores anunciantes de X han vuelto a planificar en la plataforma en las últimas 12 semanas. Eso contrasta con las dificultades de meses previos para atraer presupuestos, especialmente de las marcas más importantes.

Ya en agosto Yaccarino había declarado en una entrevista concedida a CNBC que la red social que dirige estaba muy cerca de equilibrar cuentas en términos operacionales y en agosto había señalado en un memo interno filtrado que la utilización de la plataforma estaba en máximos históricos. Ese último dato no va en línea con datos de empresas que analizan X de forma independiente, que de forma reiterada han hablado de retroceso en datos vinculados a la actividad de los usuarios.

En concreto, la compañía Apptopia informó a principios de septiembre que las descargas de X estaban en su nivel mínimo en una década, con un 30% de caída en los dos meses posteriores al cambio de nombre de la antigua Twitter. Y esa misma fuente indicó igualmente que el uso de la aplicación había retrocedido a nivel diario y mensual, con caídas de entre cuatro y cinco millones de usuarios en cada una de esas métricas. Ese dato podría ayudar a contextualizar el desplome de hasta un 24% del tráfico que la plataforma deriva a grandes medios de EEUU, según un estudio elaborado por Auttomatic, compañía creadora de Wordpress.

En todo caso, la eventual entrada en beneficios de X tendría más que ver con un severo ajuste de costes que con una mejora de los ingresos. La plantilla se ha reducido vía despidos y salidas voluntarias en torno a un 90%, con menos de 1.500 trabajadores en activo, y Elon Musk ha decretado reducción de gastos en todos los frentes. Por el lado de la facturación, la plataforma está trabajando en mejorar la percepción de seguridad de marca que transmite, aunque el último informe derivado del código de buenas prácticas sobre desinformación en la Unión Europea la deja en mal lugar.

Además, su incursión creciente en la programática abierta, ahora de la mano de Google, da a entender para algunos analistas las dificultades que tiene para vender directamente a marcas su espacio. Ninguna de las cifras de negocio de la compañía es hoy pública, solo algunos datos facilitados directamente por Musk o Yaccarino, como los correspondientes a la facturación de creadores por ingresos publicitarios compartidos.