Ander Serrano, socio de evercomAnder Serrano

Ander Serrano: Comunicación, el puente necesario entre tecnología y democracia

| 8 FEBRERO 2024

Esta semana, Tencent, el gigante chino de videojuegos o apps como WeChat, presentaba una actualización de DynamiCrafter, una tecnología capaz de crear pequeñas animaciones de vídeo a partir de texto e imagen. No es la única: Stable Video Diffusion o PikaLabs, entre otras, son soluciones basadas en Inteligencia Artificial a las que todavía les queda mucho para llegar a producir películas completas, pero que demuestran una intención clara por extender la IA más allá del texto generativo. 

Ya lo saben empresas con ganas de ocupar un papel en el mundo del contenido en vídeo, como Alibaba, ByteDance o Baidu, pues también están desarrollando soluciones para empoderar al usuario en la generación de animaciones. Cuando un vídeo corporativo, un spot publicitario, un corto de Pixar o la siguiente microserie de Netflix estén generados por una IA, la industria audiovisual se llevará las manos a la cabeza como hoy estamos viviendo con la IA conversacional en mundos como el periodismo o la literatura. 

La tecnología no dejará de remodelar la forma en que interactuamos con el mundo, pero las inquietudes que produce este avance vertiginoso se centran en las capas superficiales que hoy ocupan el debate social: desempleo, deshumanización, productividad… El verdadero foco detrás de lo que implica la tecnología está en algo mucho más trascendental: la democracia.

La democracia se fundamenta en la participación informada y activa de la ciudadanía, un principio que solo puede sostenerse mediante un acceso libre y sin restricciones a la información. En este contexto, la comunicación resulta un canal vital a través del cual la tecnología y sus avances pueden ser comprendidos, evaluados e integrados de manera efectiva en el tejido social.

«El verdadero foco detrás de lo que implica la tecnología está en algo mucho más trascendental: la democracia».

La legislación, especialmente en el ámbito europeo, ya ha comenzado a establecer límites a tecnologías emergentes como la IA, pero a menudo se hace partiendo de una percepción negativa preconcebida. Este enfoque, si bien nace de una intención protectora, corre el riesgo de consolidar clichés y prejuicios que, una vez arraigados, resultan extremadamente difíciles de erradicar. La raíz de estos prejuicios suele ser el desconocimiento, que a su vez engendra miedo. Un miedo que, en esencia, es una forma de ignorancia.

La superación de esta ignorancia solo es posible a través de la información. La historia demuestra que ninguna tecnología ha logrado integrarse con éxito en la estructura democrática sin una comunicación efectiva que aclare sus beneficios, usos y posibles implicaciones. La comunicación, en este sentido, no solo informa, sino que también educa, permitiendo a la sociedad tomar decisiones informadas sobre la adopción y regulación de nuevas tecnologías.

«La historia demuestra que ninguna tecnología ha logrado integrarse con éxito en la estructura democrática sin una comunicación efectiva que aclare sus beneficios, usos y posibles implicaciones».

Los profesionales de la comunicación y el marketing, como aquellos que trabajamos en compañías como evercom, donde recientemente hemos impulsado evercom tech, un vertical especializado en el sector tecnológico, tenemos una responsabilidad crucial en este proceso. Nuestra tarea no es solo promover productos o servicios de tecnología empresarial o de consumo, sino también facilitar un entendimiento más profundo de las innovaciones, desmitificando conceptos y promoviendo un uso consciente y responsable de las mismas. Este esfuerzo de comunicación debe ser multidireccional, involucrando no solo a las empresas tecnológicas, sino también a reguladores, educadores y la sociedad en su conjunto.

Las compañías tecnológicas y las instituciones se juegan mucho más que su reputación o su negocio, pues una buena comunicación no solo ayuda a la venta del siguiente dispositivo, también es esencial para entender la profundidad del cambio social que se avecina.

La comunicación se erige como el puente esencial entre tecnología y democracia, un puente que permite no solo cruzar el abismo del desconocimiento, sino también conectar de manera efectiva los avances tecnológicos con los valores democráticos de participación, transparencia y bienestar colectivo. Como profesionales en este campo, tenemos el deber y la oportunidad de fortalecer este puente, asegurando que la tecnología sea reconocida como un motor vital de nuestra evolución y un instrumento clave para la construcción de una sociedad más informada, justa y democrática.